"Se podía correr, claro que se podía correr. Llovía, sí; la pista estaba encharcada, también; era delicado, claro que sí, pero por encima de todo está la seguridad, nuestra seguridad. Así que tiene sentido que si el helicóptero medicalizado no puede volar, no se hagan los entrenamientos". La explicación de Jorge Lorenzo (Yamaha), actual campeón del mundo de MotoGP, compartida, probablemente, por todos los pilotos, da una idea de lo que ha ocurrido este viernes en el primer día de entrenamientos del Gran Premio de Japón, que se correrá en Motegi en la madrugada del sábado al domingo (hora española).

Los candidatos al título, preocupados

Ninguna moto ha podido salir a rodar a la preciosa pista de pruebas de la fábrica Honda, en medio del bosque de Motegi. Ningún piloto se ha vestido de cuero y todos han coincidido en que, para aquellos que luchan por los títulos de Moto3 (Luis Salom, Àlex Rins y Maverick Viñales), Moto2 (Pol Espargaró, Scott Redding, que tiene permiso médico para correr pese a llevar desde hace cinco días una placa de titanio en el brazo izquierdo, y Tito Rabat) y MotoGP (Marc Márquez, Lorenzo y Dani Pedrosa) es un auténtico contratiempo no poder entrenarse. Ellos, todos, se juegan mucho a falta de dos carreras (Motegi, este fin de semana, y Valencia, el 10 de noviembre) como para desear que siga haciendo mal tiempo.

El tifón 'Francisco' aún no ha llegado a Motegi y, dicen, que este sábado solo rozará la zona. También aseguran los meteorólogos y los mapas japoneses que no será mucho el lío, aunque seguirá lloviendo por la mañana y tal vez continuará, y eso sí que es malo, la niebla baja que este viernes ha impedido volar al helicóptero. "Se podía correr. Habría estado bien correr, al menos 10 minutos, para tomar contacto con la pista, para conocer el tacto desde la moto, pero la seguridad está por encima de todo", ha comentado Valentino Rossi (Yamaha), que también ha lamentado, pensando "en aquellos compañeros que se están jugando los títulos mundiales, que se produzcan estas situaciones a solo dos carreras del final".

Todo el mismo domingo

Tanto Lorenzo como Rossi han asegurado que, en el peor de los casos, se puede hacer un gran premio sin entrenamientos de viernes y sábado. "Eso es poniéndose en la peor situación posible", ha añadido 'el Doctor'. "Yo creo que se podría hacer un entrenamiento el domingo por la mañana, un 'warm-up' y la carrera. Es forzado, pero se puede hacer. Eso sí, no recuerdo un caso así, así que mejor deseamos que mejore el tiempo y que podamos hacer algún entrenamiento el sábado".

Ha sido entonces cuando 'Vale', siempre tan original, ha recordado su infancia. "Es posible que nos encontremos con un domingo como los que vivíamos de pequeños, cuando corríamos con las minimotos y acudíamos con nuestros padres al circuito y, tras 20 minutos de entrenamientos, corríamos la carrera".

Por encima de todo, la seguridad

"Yo solo sé que el hospital más cercano al circuito está a una hora en coche y, por lo tanto, aquí es imprescindible que el helicóptero pueda volar. La seguridad está por encima de todo", ha insistido Lorenzo, que ha rechazado seguir hablando de la no penalización a Marc Márquez tras su choque con el piloto mallorquín, en Phillip Island, cuando se reincorporaba a la pista.

Eso sí, Lorenzo ha asegurado que todo este caos le beneficia ligeramente a él. "Aunque, como ya dije el jueves, al final puede volverse en nuestra contra, eso nunca se sabe", ha matizado. El tetracampeón cree que su facilidad para ir rápido en cualquier pista ya en el primer ensayo del fin de semana le hace "ser optimista si, finalmente, se puede hacer algún entrenamiento". En ese sentido, cree que "Marc lo tendrá algo más difícil, pues a él, siendo su primer año en MotoGP, cuantos más entrenamientos haga, mejor". "Ahí es posible que tengamos alguna ventajita", ha concluido.

Esperando al tifón 'Francisco'

El gran premio sigue estando, pues, en manos de la meteorología y, por lo tanto, habrá que esperar como incide mañana la aparición de 'Francisco' si realmente lo hace. Es evidente que la organización, las fábricas, los equipos y los pilotos han empezado ya a buscar una solución a la posibilidad, factible, de que deban hacer todo el gran premio en un día, es decir, el mismo domingo. El hecho de que estén en juego los penúltimos 25 puntos de la temporada forzará, sin duda, a una salida de emergencia.