El Cáceres 2016 no sabrá hasta mediada la tarde de hoy si a las 21.00 horas podrá contar con Shawn Taggart para su partido en la pista del Tarragona 2017. Ayer tampoco llegó la decisión de la FIBA sobre el transfer o pase internacional del jugador, que sí viajó en el AVE con sus compañeros a la localidad catalana.

La posible ausencia de Taggart se vería compensada en parte con la presencia de otro pívot, Kaspars Berzins, que sí podrá debutar sin ningún problema tras formalizarse su cesión procedente del Fuenlabrada.

La cuestión del norteamericano preocupa bastante a Gustavo Aranzana y a todo el Cáceres en general. No es lo mismo afrontar un encuentro de los teóricamente asequibles con la plantilla al completo que hacerlo sin el que se pretende que sea el nuevo referente en el juego exterior tras los fiascos --por unos u otros motivos-- de Randy Holcomb e Ira Newble. Taggart está encantando al técnico en los entrenamientos, sobre todo por su solidez en el rebote --una de las grandes carencias del equipo esta temporada-- y su versatilidad ofensiva.

El club se está moviendo a distintos niveles para agilizar el transfer , aunque la guerra es abierta con el Ironi Nahariya israelí. La agencia de representación de Taggart, que está llevando buena parte de las negociaciones, sigue siendo optimista respecto a que el jugador pueda saltar a la pista esta noche, aunque sea con un documento provisional que ya está en poder del Cáceres.

MIRANDO A LA FIBA Sin embargo, es el organismo internacional el que debe decidir en última instancia. Si no lo hace hoy antes de las 16.00 horas habrá que esperar ya al lunes, y no hay que olvidar que la próxima semana hay dos partidos complicados, el miércoles en casa ante el Leche Río Breogán y el domingo en Melilla. No tenerle hoy sería un mal menor.

En todo caso, en el Cáceres 2016 hay muy buenas sensaciones para la cita más cercana, con el recuerdo del último choque antes del parón liguero, la victoria ante el CAI Zaragoza, como referente positivo. Aquel fue probablemente el partido más sólido de la temporada del equipo extremeño, que va encontrando sensaciones a base de largas sesiones de entrenamiento y las reformas que se han acometido en el vestuario. En ese sentido, pocos dudan ya que sobre todo de que la incorporación de Carlos Cherry como base ha supuesto un giro de timón a mejor.

Dejando a un lado los obligatorios "cualquiera puede ganarle a cualquiera" y "no hay partido fácil", la de Tarragona es una excelente oportunidad para seguir en la autopista hacia los playoffs . Con igualdad a victorias y derrotas (diez), el Cáceres 2016 es noveno, justo en la frontera para jugar por el ascenso, y ha ganado cuatro de los últimos cinco choques. La lucha es abierta y es en pistas como la de El Serrallo donde se marca la diferencia entre los equipos que cumplen los objetivos y los que no.

El Tarragona 2017 partió con un presupuesto modesto para la categoría y con la permanencia como única meta. Su entrenador, un Juan Pablo Márquez crecido baloncestísticamente en Extremadura, está gestionando las estrecheces con habilidad, pero no está siendo suficiente para esta fuera de la zona de descenso. Es penúltimo con solamente seis victorias. En su plantilla se mezclan jóvenes de talento (Michel Diouf, Ramón Espuña), veteranos en mil batallas (Berni Alvarez) y americanos de poco nombre (Adam Hess, Tariq Johnson y Kahiem Seawright). La reciente llegada de Xavi Mendiburu le ha dado un poco más de criterio a una dirección algo coja con Dani Rodríguez y Xavi López.

En la ida ya se impusieron los cacereños por un ajustado 75-72, con el ahora discutido Diego Guaita como máximo anotador con 14 puntos.