Tiene 18 años, se ha criado en Pinilla y Aldea Moret, barrios cacereños de toda la vida y es el jugador de moda de la cantera verde. David Mateos Rocha ejerció de héroe en el ascenso del filial del Cacereño el pasado domingo ante el Imperio con dos goles durante el partido --uno sensacional de espuela-- y otro decisivo en la tanda de penalties.

Fútbolísticamente conocido como Rocha, su segundo apellido en detrimento, dice jocosamente, de su padre, el manejo del balón lo lleva en la sangre. No en vano en su familia ha habido un par de casos de jugadores que han vestido la misma elástica que él luce ahora con orgullo. "Por supuesto", dice cuando se le pregunta si quiere ser profesional. De momento, ni tiene agente ni siquiera cobra un solo euro del Cacereño, pero muchos ven en su talento un filón por explotar.

EL FUTURO COBOS

"Puede ser un digno sucesor de Julio Cobos", dice Ismael Díaz, director deportivo y entrenador del Cacereño, que este año le ha citado en tres ocasiones para el primer equipo y que confía ciegamente en su progresión. "Tiene la cabeza muy bien amueblada", añade. En la anterior temporada, Angel Marcos ya lo utilizó en diez encuentros, cuando apenas contaba con 16 años y había sido mimado por Vicente Parra, el técnico que él considera como su principal mentor.

"Soy técnico y también trabajador", apunta este joven sobrado para desequilibrar con su regate y su velocidad. Le resta aún un año de juvenil, aunque su talento seduce a Díaz, quien ya le ha citado para hacer la pretemporada con el primer equipo.

Dice no tener prisa, aunque sabe que está en el momento decisivo para explotar como futbolista. Lleva cinco años bajo la disciplina verde y lejos quedan ya sus partidos con el Santa Bárbara, club de Aldea Moret especialista en formar futbolistas de futuro.

Rocha se ha apostado con sus amigos una cena. El juega a ganador y, seguro de sus posibilidades, invitará a los suyos si firma algún contrato. Si no es así, se la tendrán que pagar a él.