REAL MADRID: Iker Casillas; Míchel, Helguera, Samuel, Roberto Carlos; Figo, Beckham (Morientes, m.54), Guti, Zidane; Raúl y Ronaldo.

BAYER LEVERKUSEN: Butt; Juan, Nowotny, Roque Junior; Schneider, Ramelow, Babic, Placente; Voronin (Balitsch, m.83), Krzynowek (Freier, m.76); y Berbatov.

GOLES: 0-1, M.36: Berbatov. 1-1, M.70: Raúl.

ARBITRO: Alain Hamer (LUX). Amonestó a Placente, Guti, Roque Junior, Figo, Nowotny, Schneider y Babic.

INCIDENCIAS: Quinta jornada, grupo B de la Liga de Campeones. En el palco, Lennart Johansson, presidente de la UEFA.

Luis Figo se erigió en gran protagonista de la noche en el Santiago Bernabéu, donde se inventó la jugada que evitó el desastre del Real Madrid ante el Bayer Leverkusen, pero no pudo apuntillar el pase del conjunto blanco para los octavos de final, que ahora depende de su triunfo en la última jornada, en el Olímpico de Roma y a puerta cerrada.

El cuadro español, en un partido que comenzó como una pachanga y acabó como en uno de esos partidos europeos de grandes emociones, pasó de estar al borde del KO a rozar heroicamente la remontada e, incluso, a perder por las postreras aproximaciones germanas.

Pero Figo no pudo transformar en el minuto 80 un penalti que había fabricado Zinedine Zidane, quien hizo picar a Juan con una bicicleta, ya que su lanzamiento lo despejó el meta Joerg Butt, inconmensurable para salvar el empate.

El público perdonó al principio la derrota en Barcelona, pero no tardó en mostrar su malestar con el equipo de Mariano García Remón, porque volvió a ofrecer unos primeros 36 minutos realmente patéticos.

Con el balón en los pies, volvió a jugar andando, sin desmarques ni ofrecimientos de verdad, y eso facilitaba la labor de un Bayer que optó por salir muy armado atrás y por manejarse en un ritmo lento.

Y sin el balón, el Real Madrid era otra vez una caricatura, muy fácilmente vulnerable para cualquier equipo que juegue con algo de sentido.

Sin oposición alguna, el Bayer Leverkusen comenzó a creer en su suerte a la par que los jugadores madridistas discutían y se miraban con la desesperación de su impotencia.

Por ello, tras una doble ocasión que no acabó por materializar el polaco Jacek Krzynowet, se consumó a los 36 minutos el inicio de lo que se avecinaba como tragedia en una acción en la que el argentino Diego Placente mandó al larguero y su compatriota Walter Samuel, en vez de despejar, se la puso en bandeja al búlgaro Dimitar Berbatov, que sólo tuvo que empujar el balón.

REACCION Tras el descanso, el Bayer, que había podido sentenciar con otra aproximación de Krzynowek y que no supo aprovechar un par de nuevos errores de Samuel, se echó atrás de manera descarada con todos sus efectivos.

Sonó la heroica en el Bernabéu, como en las mejores citas, con todos los alicientes. Figo se inventó una internada preciosa por la izquierda, con pared incluida con Zidane que rubricó Raúl a puerta vacía en el 1-1 y en su gol 49 en Europa, con lo que igualó con Alfredo di Stéfano.

Se volcó con todo el Real Madrid y gozó de claras y numerosas oportunidades, sobre todo la del penalti, pero Figo no acertó en la que podía haber sido su noche gloriosa y al final, con más corazón que cabeza, el Bayer aguantó las tablas e incluso pudo sentenciar a la contra, en cuatro o cinco remates con todo para haber salido victorioso.

El Madrid queda, por tanto, a expensas de ganar en Roma para certificar su clasificación para los octavos de final.