Mano dura en el Cerro de Reyes. El nuevo técnico Andrés García Tébar comenzó a entrenar ayer en doble sesión matinal y vespertina con el objetivo de cambiar los pésimos resultados del equipo, colista del grupo IV de Segunda División B.

Tébar quiere que los jugadores tengan más espíritu de sacrificio, entrenen mucho más y sean más duros en el campo. Su reto está en marcha. "No veo que tengamos capacidad de sacrificio y esfuerzo", afirma el técnico, teniendo en cuenta que su equipo "está demostrando ser inferior a nivel técnico individual y colectivo al resto. Por eso, las únicas formas que conozco son trabajar más que los demás y tener una grandísima mentalidad colectiva para que llegue alguna posibilidad de permanencia".

CHENDOS Y MARADONAS En el "uno para todos y todos para uno" se sitúa el lema del mosquetero de la Mancha: "Once Chendos podrían ganarle a once Maradonas porque el fútbol es un juego colectivo. Tenemos que ser muy objetivos y pragmáticos en el sentido de quién somos, qué es lo que tenemos y dónde estamos".

El entrenador de los cinco ascensos aclara que "no voy a inventar nada, me voy a ceñir a situaciones muy concretas y precisas y espero que las compartan los jugadores, porque si no, lo vamos a tener complicado... El fútbol es sencillo, consiste en que cada uno haga lo que sabe hacer bien. Por ejemplo, si un futbolista sabe cortar y parar, que no conduzca el balón a diez metros. Que cada uno tenga ese compromiso".

Cuando menciona los 21 goles que ha encajado el Cerro en sólo cuatro partidos, le cambia la cara. "Estoy decepcionadísimo. Aunque hayamos ascendido este año no nos pueden meter tantos goles. No puede ser que a un equipo humilde que tiene que saber cuáles son sus carencias le hagan tres goles a balón parado, le busquen la espalda 30 veces o le pillen haciendo un achique de espacios que vaya usted a saber...", explica el técnico.

García Tébar reconoce que "la distancia entre nosotros y los demás es bastante grande pero en el fútbol no hay nada imposible y desde ese prisma lo podemos intentar".

Con este panorama, "todo tiene que cambiar. Igual hasta me planteo cambiar los banquillos...", ironiza para añadir que "cuando algo no funciona y todo va mal, tendremos que intentar algo".