El Nissan Al-Qázeres se jugará estar en la fase de ascenso con la máxima convicción de lograr la meta (mañana, pabellón Serrano Macayo, 19.00 horas), pero sin Paula Ginzo ni María Romero, las dos lesionadas del último mes y que no están aún para volver, como se preveía.

Ni una ni otra, que estuvieron ayer en el colegio Paideuterion junto a la jugadora y maestra Silvia Romero, están recuperadas para el duelo decisivo ante el Ensino de Lugo en un encuentro que, recordó ayer el técnico local, Ángel Fernández, «aún no hemos ganado» y que será complicado por la calidad «y el róster» del rival, que puede utilizar a 10 jugadoras de la primera plantilla sin aparentes problemas. Y todo ello, pese a que las gallegas acumulen siete derrotas consecutivas y que no se juegan nada, ni por arriba ni por abajo, al haber perdido cualquier opción en la última jornada.

«Me sorprendió», dijo el valenciano sobre María Romero y su participación en la Final a Cuatro con el equipo de Primera nacional en Albacete,. «Estaba viendo el Cáceres-Bilbao de Leb Oro y en el Youtube este partido de Primera, y me sorprendió verla jugar», aseguró en torno a la joven escolta placentina, que sigue teniendo problemas físicos, pero que en la final participó pese a esa circunstancia «y a lo que decían los médicos, no yo».

Se busca el mejor caldo de cultivo para este choque, del que se ha recordado que será con entrada gratuita. Fernández recordó también que, además de vencer, se tienen que dar otros resultados a favor. «El objetivo sigue siendo el mismo», recalcó sobre la liberación que ha supuesto el triunfo del fin de semana pasado en Vitoria ante el Araski.