El Mérida ganó el pasado domingo en feudo del Málaga B de la mejor forma que sabe hacerlo y como más daño hace al rival: tras una jugada de estrategia y en el minuto 89. El tanto de Manuel Angel fue el compendio de cómo están siendo los goles del Mérida este año.

Y es que el club emeritense logró la mitad de sus 14 goles tanto en jugadas de estrategia como durante los quince últimos minutos de sus partidos.

De los siete tantos conseguidos en jugadas de estrategia, tres llegaron a la salida de saques de esquina. Curiosamente, los tres fueron de Manuel Angel. En casa, ante Motril y Díter y fuera, ante Málaga B.

Otros tres llegaron tras lanzamientos de falta. Olivar ante el Moralo, Roberto ante el Díter y Cubillas ante el Cádiz. Y el séptimo lo consiguió Prieto al transformar un libre directo frente al Motril.

CINCO DE CABEZA

Pero lo que está resultando letal para sus rivales es el temible acierto del Mérida en los minutos finales de sus partidos. Los de Prieto lograron siete de sus 14 goles durante el último cuarto de hora.

Prieto inauguró la cuenta en el minuto 96 ante el Motril. Después, Aznar marcó en el 77 ante el Linares, Manuel Angel en el 82 y Roberto en el 92 ante el Díter, Olivar en el 89 ante el Jerez, Cubillas en el 81 ante el Cádiz y Manuel Angel en el 89 ante el Málaga B.

Estos goles postreros permitieron al Mérida sumar siete puntos inesperados que, en principio, parecían escaparse en la denodada lucha contra el cronómetro. Tres ante el Díter y dos tanto ante el Cádiz como ante el Málaga B.

Cinco goles fueron conseguidos tras remates de cabeza y los nueve restantes fueron ejecutados con el pie.

Ocho de los 22 jugadores utilizados por Mateo Prieto han marcado. Aznar y Manuel Angel (3 cada uno), Jorge y Olivar (2 cada uno) y, en una ocasión, Prieto, Cubillas, Roberto y Sergio.

Aparte de los ejecutores, también tienen su mérito los asistentes. Así, Prieto y Jorge lideran la clasificación de asistencias con 4 y 3 cada uno, respectivamente.

Tres jugadores emeritenses se quedaron con la miel en los labios al toparse con la madera: Jorge, Mario y Santi Polo, en una ocasión cada uno.