La fase zonal de jovencísimas promesas del iberoamericano de tenis destila deporte de base. En el Cabezarrubia de Cáceres, club extremeño por antonomasia de este deporte, se reúnen durante el fin de semana las mejores raquetas alevines e infantiles.

Y se nota que se percibe que hay disfrute. El ambiente es caluroso, pero doblemente: el de la temperatura ambiental y el del que le ponen los jovencísimos deportistas. Además, está el otro factor importante. Ellos disfrutan, los padres y los espectadores también. Incluso el árbitro y la organización, celosos de su trabajo, celosos de que todo esté ordenado.

Hoy termina la cita en el club cacereño. Se conocerán los vencedores, los que pasen a la siguiente fase, pero también se sabrá que la experiencia será positiva para todos.

De momento, ayer pusieron el máximo énfasis en la competitividad. No es lo más importante, han insistido desde la organización y desde la fundación Funtenis, desde donde la prioridad es la formación también personal de las jóvenes promesas de este deporte.

Precedentes

Muchos sueñan con ser importantes. Muy pocos --quizá ninguno de los que compitieron ayer, se podría pensar-- estarán entre los mejores del mundo. Pero sobre esas mismas pistas, y también en edades tempranas, han dado sus raquetazos, en torneos de base gente como Alex Corretja o María Antonia Sánchez, hace muy poco tenistas importantes del panorama mundial.

A lo largo de la jornada de hoy, al mediodía, se procederá al particular fin de fiesta de esta experiencia que por primera vez se disputa en Cáceres. El club se vestirá de gala para una clausura que puede ser el inicio de una particular relación entre este torneo y la ciudad extremeña. La primera toma de contacto, de momento, está siendo del todo satisfactoria, según se ha constatado durante el fin de semana.