SERBIA - 92 Teodosic (12), Rasic, Bjelica (14), Perovic (2), Velickovic (17) --equipo inicial--, Krstic (13), Tepic (2), Paunic, Markovic, Savanovic (15) y Keselj (17).

ESPAÑA - 89 Rubio (3), Rudy (15), Navarro (27), Garbajosa (18), Gasol (13) --equipo inicial--, Raúl López, Reyes (2), Vázquez (4), Llull (4), San Emeterio y Mumbrú (3).

MARCADOR POR CUARTOS: 27-22, 49-40, 67-64 y 91-88.

ARBITROS: Pablo Estévez (ARG), William Kennedy (USA) y Michael Aylen (AUS). Los serbios Markovic y Bjelica fueron eliminados por cinco faltas personales en los minutos 31 y 36.

Un triple de Teodosic desde más de ocho metros, a falta de solamente tres segundos, tumbó a España en la agónica batalla en la que se convirtieron los cuartos de final del Mundial. El base del Olympiacos fue el verdugo accidental. Pero los cimientos de la derrota fueron otros, sobre todo el tremendo acierto de los serbios en los triples (15 de 30), una defensa de España demasiado blanda en algunos momentos y también errores puntuales, que acabaron por inclinar la balanza.

No estuvo el equipo de Scariolo afortunado en algunas fases que marcaron el desenlace. Aguantó, posiblemente en exceso, la defensa en zona frente a un equipo que sumó con facilidad. Acusó la ausencia en exceso de Navarro en el banquillo en el segundo cuarto, cuando fue la gran referencia ofensiva del equipo, y sobre todo pagó caro las dos últimas decisiones del partido.

La primera, con empate a 89 y 25 segundos por jugar. España apostó por una defensa fuerte, en lugar de hacer falta para tener la última posesión. Eso propició la canasta de Teodosic. La segunda fue que el triple del base del Olympiacos dejó solo tres segundos de margen, muy poco para el milagro. Y ni siquiera ese margen lo aprovechó España que optó por buscar el pase para Garbajosa, en lugar de Navarro o Rudy, y así acabó de perder la posesión.

ENORME ACIERTO Serbia, en cualquier caso, supo jugar con inteligencia. Es un bloque bien construido, con jugadores de talento, que actuaron con cabeza. El equipo de Ivkovic explotó las concesiones de su rival y encontró, además, un día tremendamente afortunado de sus tiradores, Bjelica acabó con 3 de 3 en triples; Keselj, un jugador que pasó por Girona, 5 de 6. Savanovic, 2 de 4. Y Velickovic, 3 de 6. Cifras que hablan por sí solas. Y cuando buscaron las acciones interiores, especialmente Savanovic, también lograron obtener un rendimiento espectacular.

Desde el inicio, Serbia supo marcar el paso que más le convenía. Sacó ventaja en el inicio del emparejamiento de Rudy Fernández con Bjelica, el nuevo jugador del Caja Laboral, un alero de 2,09, con mucha envergadura, que anotó sus primeros cuatro lanzamientos. Y, también de la velocidad de Velickovic en su pulso con Garbajosa, su compañero en el Madrid.

Esos dos lunares en la defensa de la selección fueron un importante lastre y desequilibraron peligrosamente el partido desde el inicio (del empate a 13 a un 13-23, en el minuto 8, tras un parcial de 10-0 de Serbia). Así que a España le tocó ir a la contra, obligado a elevar aún más su identidad defensiva, Y aunque el cuadro de Scariolo reaccionó con rapidez, sobre todo gracias a la prodigiosa muñeca de Navarro (otra actuación impresionante la suya), le tocó moverse a la contra, sin acabar de encontrar el punto en defensa que le devolviera la iniciativa.

Por momentos pareció en disposición de conseguirlo. En el inicio del tercer cuarto firmó un parcial de 0-10 (del 49-41 al 49-51) que disparó la esperanza. Pero no encontró nunca el cambio de ritmo que necesitaba. Se mantuvo a rebufo y aunque un nuevo triple de Navarro y un mate de Marc Gasol prolongaron la emoción (89-89, m. 39), Teodosic hizo que la última esperanza se disipara.