Definitivamente la Junta Gestora de la Unión Polideportiva Plasencia, cuyos integrantes son los miembros de la Junta Directiva que venían asumiendo la presidencia de la entidad serán los que continúen al mando del club, esta vez no encabezados por Rubén Hernández, que dejará la presidencia, sino por algún otro miembro de la misma que será la cabeza visible.

Esta decisión pone así fin a unas semanas en las que el futuro de la UPP ha estado en diferentes manos, tras la convocatoria de elecciones a la presidencia. Un día antes de la finalización del plazo de presentación de candidaturas, la Plataforma SOS presentó la misma. La junta directiva saliente, en ese momento en calidad de junta gestora, y tal como había anunciado no presentó candidatura, por lo que de manera automática la Plataforma SOS, encabezada por David Llorente, se convertía en responsable de la entidad placentina, anunciando además las primeras medias a tomar, como la convocatoria inmediata de asamblea para tratar la posible fusión con el Ciudad de Plasencia, la creación de un equipo filial que participaría en la Segunda División Extremeña, la participación definitiva en la Copa Federación, que sólo habría dos días del club o el regalo de una camiseta a los primeros 400 abonados.

Tras la primera reunión mantenida entre ambas directivas el pasado 27 de julio, la nueva presidencia informa a través de un comunicado que la deuda que se les había comunicado era en total de 153.864 euros, entre ellos 56.580 que se deben a los directivos anteriores y 56.000 euros a los jugadores. Por lo que anunciaron que esta deuda condicionaba su programa y hacía inviable el proyecto deportivo y que de momento no firmaban el traspaso de poderes y valoraban renunciar a su derecho a asumir la presidencia.

Solicitaban de igual manera que la deuda anunciada se expusiera «a través de documentosvinculantes de forma clara, trasparente y minuciosa» y así mismo solicitaban un documento de exención de responsabilidades «en caso de aparición de deudas no reconocidas». Por lo que daban un plazo a la junta directiva saliente hasta las 20:00 horas del pasado martes 2 de julio para aceptar estas condiciones y en caso contrario renunciarían de forma definitiva.

A POR LA CALMA / Por su parte la actual comisión gestora lanzaba otro comunicado llamando a la calma a los aficionados, asegurando que si la Plataforma SOS renunciaba a hacerse cargo del club, lo harían ellos y que «sin entrar en reproches aclaremos punto por punto los pormenores de este fallidoproceso electoral» y para ello anunciaban que convocarán en breve una asamblea general extraordinaria.

El pasado martes 2, día en que finalizaba el plazo dado por la Plataforma SOS para que la comisión gestora atendiera sus pretensiones, la propia Comisión hizo público otro comunicado en el que emplazan sólo a «miembros incluidos en el listado que nos adjuntaron para la formalización de la candidatura» a una reunión a las 20:30 horas, reunión que no se llegó a producir ya que ningún miembro de la Plataforma SOS acudió a la misma.

Pasada la hora indicada, SOS volvió a emitir un comunicado en el que se decía que renunciaba oficialmente a presidir la UP Plasencia ya que la Comisión no había contestado a sus condiciones y que por ello no habían acudido a la reunión.

En medio de este cruce de comunicados, que han tenido en jaque a la afición, se han vertido incluso reproches mutuos, aunque finalmente las aguas han vuelto a su cauce y desde SOS «estarán apoyando cualquier tipo de iniciativa, asimilando los errores cometidos en el pasado».

Ahora, con el tiempo acuciando y sin ningún sólo jugador atado, la prioridad es cerrar la contratación de un técnico, todo hace indicar que podría ser Luismi, aunque en las últimas horas podría haber sorpresas. También iniciar la campaña de abonos.

Lo que está meridianamente claro es que, al menos a día de hoy, el presupuesto será limitadísimo y las expectativas deportivas no serán otras que conseguir mantener la categoría, mientras se resuelve definitivamente el problema económico.