"Todos tenemos claro que Nico Terol solo puede perder el Mundial si se equivoca o tiene muy, pero que mucha, mala suerte". Quien así hablaba antes de iniciarse la carrera de Brno era Ricard Jové, manager de Maverick Viñales y uno de los hombres que más sabe de motos del paddock . Y, nueve vueltas después, la Aprilia de Terol se rompía, nadie sabe por qué (o, al menos, el equipo no quiso contarlo) y dejaba tirado al líder en la cuneta, junto al muro. Terol llegó llorando a su box aunque nadie lo apreció porque el muchacho de Alcoy, que como Marc Márquez (Moto2) y Dani Pedrosa (MotoGP) partía desde la pole , tardó muchos minutos en sacarse el casco y toda la carrera de 125cc, pues se supone que no quería hablar hasta saber si su abandono era un desastre o, simplemente, un traspies.

Sandro Cortese terminó derrotando a Johann Zarco, con lo que el mordisco en lugar de ser de 25 puntos fue de 20. Y Alberto Moncayo, Héctor Faubel y Sergipo Gadea relegaron a Viñales a la sexta plaza, lo que, en la desgracia, aún alegró algo a Terol. "Ahora vuelve a estar todo tan ajustado que es una nueva motivación", señaló Terol, que aseguró que ahora ya no vale más que ganar. "Habrá que atacar en cada gran premio, empezando, claro, por la próxima carrera, la de Indianápolis".