Aún hay vida futbolística en la España más profunda. Lo sucedido el domingo en el estadio San Rafael de Los Barrios fue ayer una de las noticias más comentadas no sólo en los mentideros deportivos, sino que llegó incluso a los telediarios, con profusión de imágenes.

En el minuto 93 del partido y tras el 2-2 del Cerro, los aficionados visitantes invadieron el terreno de juego para festejar el gol. De inmediato lo hicieron los locales y el árbitro fue agredido.

Primero le colocaron una bandera del equipo local en la cabeza. Acto seguido, una avalancha de espectadores comenzó a golpearle con patadas y puñetazos que obligó al castellano-manchego Angel Alvarez Pinardo, a retirarse del terreno de juego sin dar el pitido final y, aparentemente, sin decidir si el marcador era de 2-1 o de 2-2, aunque el acta, que publica hoy este diario, desvela el misterio .

Mientras el árbitro esperaba a que se calmasen los ánimos, el club gaditano quiso que viera el vídeo de la jugada para que anulara el gol por televisión . Los jugadores del Cerro lloraban en el vestuario, pensando que el colegiado no tendría agallas de dar el gol por válido para no recibir una brutal paliza... Más de mil aficionados de Los Barrios esperaban en el césped, provocando graves incidentes. Primero agredieron al presidente del cerro, Antonio Olivera Cachola , cuando éste dijo en pleno centro del campo: "El árbitro ha dado el 2-2. Estamos clasificados".

Después, corrieron como locos para pegar a los aficionados del Cerro. En medio, apenas cuatro guardia civiles corrían, incapaces de frenar los incidentes. Al filo de las once menos cuarto de la noche, acabaron conociendo el resultado. Se lo tomaron mal. Apedrearon un autobús pensando que era del Cerro. Erraron.

CACHOLA Un día va a pasar una tragedia "Soy fuerte y pese a los golpes, Dios me va a ayudar hasta conseguir el éxito que no es otro que meter al Cerro de Reyes en Segunda División B", explica el presidente del club pacense, después de la agresión que sufrió al final del partido. "No tiene nombre lo que ha pasado. Los vándalos de los que hablo son cuatro o cinco mil, no una peña aislada o diez personas. El presidente ya se encargó de cargar el ambiente antes de empezar". En el momento del 2-2, Cachola se tiró al césped a celebrarlo, "los nervios no los puedo soportar y me tiro a dar vueltas en el campo". No es una actitud buena de un presidente pero después de tantos problemas reaccioné así".