Madrid y Barça miden sus dudas con el regreso a la Liga de Campeones a la vuelta de la esquina y en el horizonte el clásico, un encuentro que se presenta decisivo para el desenlace del título liguero, frente al Levante y Eibar, respectivamente, mientras que en la zona baja de la clasificación, Celta y Leganés, separados por tan solo dos puntos, se verán las caras este sábado en un duelo a vida o muerte en Balaídos. También se juega hoy el Real Sociedad-Valencia.

El Madrid, líder de la Liga, visita al Levante (21.00 horas) con la idea de evitar otro tropiezo como el sufrido ante el Celta (2-2). Ese empate truncó una excelente racha y redujo las distancias con el Barça, por lo que el conjunto blanco se ha concienciado para recuperar el camino del triunfo en un tramo clave. Hoy juega en Valencia y el miércoles recibirá al City.

«Hemos preparado este momento a conciencia. Ahora viene lo más complicado. Llegamos al final de temporada y nos jugamos mucho», remarcó Zidane, que dejó fuera la convocatoria a Bale, Rodrygo, Brahim, Nacho y Jovic. James y Lucas, en cambio, sí entraron en la lista.

También está en la lista Hazard, al que Zidane ve «preparado» para jugar los grandes partidos que llegan, ante el City en Champions y Barça en Liga, tras su buena preparación física en un regreso que retrasó hasta el momento adecuado. «No hay ningún plan con Hazard porque ha tenido dos o tres semanas de entrenamientos intensivos, haciendo todo el físico y lo técnico. Está preparado y ahora esta recta final lo que quiere es estar con nosotros y jugar. Está preparado», dijo.

Con el Levante Zidane espera un partido «complicado» ante un rival que ha firmado en su estadio 20 de sus 29 puntos. «Es un dato que demuestra el partido que vamos a tener en su casa».

Pese a estar apercibido de sanción y poder tener consecuencias en el clásico, el técnico madridista confesó que no medirá con Ferland Mendy. «Todos los jugadores antes de jugar saben cuando están apercibidos, pero el jugador tiene que jugar sin pensar lo que va a pasar y yo como entrenador no miro mucho eso».

No mostró preocupación Zidane por la situación de Ramos, convencido de que renovará con el Madrid. «Siempre quiero a Sergio conmigo, lo veo bien». Ni tampoco con la pérdida de seguridad defensiva en los últimos encuentros de su equipo. «No estoy preocupado, lo único que significa es que los tres últimos partidos lo hicimos un poco peor».

‘JUICIO’ EN EL CAMP NOU / Tendrá esta tarde el Camp Nou (16.00 horas) un aire de gigantesco tribunal donde se debatirán muchos asuntos. Para empezar, el juego del equipo, que se asoma ante el Eibar («lo afrontamos como una final», llegó a decir ayer Quique Setién), todavía bajo el recuerdo de los silbidos que recibió el pasado sábado cuando el balón iba más hacia los pies de Ter Stegen que de Messi. Prólogo el equipo vasco de una semana grande y decisiva con la visita el martes a Nápoles, retorno a la Champions, y el clásico del domingo 1 de marzo en el Bernabéu contra el Madrid, el líder.

Juzgará el público el estilo Setién, al tiempo que juzgará también el escándalo del Bartogate, que ha sacudido los cimientos del club, llegando incluso hasta el vestuario, obligado como estaba el presidente a dar explicaciones. Primero a los cuatro capitanes (Messi, Busquets, Sergi Roberto y Piqué). Luego, al propio entrenador. «Por supuesto que se dan por buenas las explicaciones del presidente, yo ya no le he dado más vueltas», dijo Setién.

HUIR DEL RUIDO / No ha sido una semana tranquila para nadie en el Barça. Tampoco para el técnico. Nada tranquila. Ha sido una semana para descubrir, por si aún no lo sabía realmente, el universo Barça. Por mucho que se recluya en su despacho de la ciudad deportiva, el técnico se ha visto afectado, y quizá más de lo que pueda imaginar, por el Bartogate, la enésima crisis que sacude al club desde su llegada a mediados de enero. «Estamos centrados en los temas futbolísticos. Claro que somos conocedores de todo lo que pasa, pero tratamos de que no nos influya en el equipo», recalcó Setién.