Villanovense, Coria y Cacereño dieron ayer el primer paso para el regreso a la ‘nueva normalidad’. Jugadores y cuerpos técnicos se sometieron a los test del covid-19. Hoy será el turno del Extremadura B, que completa el cuarteto de cabeza del Grupo XIV de Tercera que se jugará una plaza de ascenso a Segunda B en el playoff expres de julio. Tanto en el Coria como en el Cacereño los resultados dieron negativo en coronavirus, por lo que podrán volver al trabajo con total tranquilidad. En el Villanovense se optó por no hacer público detalles y no se facilitó información alguna.

Tras los test, llegará el momento de la ansiada vuelta a los entrenamientos, en principio previstos para el lunes 8 en la mayoría de los casos, aunque puede que alguno se adelante.

«¿Carlos Andújar?», preguntaba desde la puerta de la sede de la Federación la persona encargada de hacer los test. «Yo», contestaba el protagonista. «Pues ya se puede ir, que ha dado negativo». Todos empezaron a aplaudir. Era solo el primero, detrás llegaron los demás «negativos».

«Ganas, ganas y ganas», decía, muy gráfico, Teto, jugador del Cacereño, mientras esperaba frente a la sede de la Federación Extremeña de Fútbol en Cáceres a que llegara su turno para someterse al test. «Un pinchazo en el dedo, como con una chincheta», explicaba Álex García a algunos de sus compañeros.

Frente a la sede de la Federación y la Mutualidad, justo al lado, se fueron congregando los jugadores y cuerpo técnico del CPC. 80 días después del último entrenamiento, volvían a estar juntos, aunque manteniendo una prudente distancia de seguridad y con mascarillas que no permitían ver unas sonrisas que sí delataban los ojos.

«Miedo no, respeto mucho», contaba Teto. «Con estas pruebas vamos a tener más seguridad; luego ya dependerá de la responsabilidad de cada uno», añadía Alberto Delgado, capitán de la plantilla verde. En la misma línea se pronuncia el entrenador, Julio Cobos. «Por lo que se puede ver vamos a estar más seguros entrenando en nuestro estadio que fuera de él, más seguros allí que cuando vas al supermercado o a una terraza, donde hay más posibilidades de contagiarse».

Alberto y Cobos también hablaban de las ganas de volver a «hacer lo que más nos gusta». «Esto ha sido duro en todos los sentidos», reconocía el técnico, «pero cuando ves que ya tienes una fecha definida y se va aproximando, todo vuelve, en la medida de lo posible, a lo que fue antes».

LISTOS PARA ENTRENAR / Ayer fue el día de los test y los reencuentros en el Cacereño, que ha fijado la vuelta a los entrenamientos para el lunes 8 en el Príncipe Felipe. «Tenemos planificada la primera semana de entrenamientos, que será un poco de adaptación», explicaba Alberto Muñoz, preparador físico del equipo. «Hay que volver a adaptarse al trabajo con balón, en el césped, que es más agresivo que lo que hemos estado haciendo hasta ahora».

«Hay tiempo suficiente para adquirir una buena forma física y recordar los conceptos que hemos ido trabajando durante todo el año», explicaba Cobos, sin miedo a las lesiones. «Hay que entrenar con tranquilidad».

En la primera semana se harán dos grupos de máximo 14 personas y no será hasta la segunda semana cuando todo el equipo pueda entrenar junto. «Tengo que confirmarlo, pero creo que es así», añadía el técnico. Todo, siguiendo las estrictas medidas de seguridad marcadas para evitar contagios.

En el Coria, en las dependencias de La Isla, tampoco hubo problemas añadidos. Lo más llamativo fue ver al presidente, Aurelio Gutiérrez, enfermero en el hospital, y José Luis Martín, directivo y médico en el mismo centro, realizando los tests. El buen ambiente fue la constante en la realización de las 32 pruebas efectuadas a última hora de la tarde.

En los próximos días también se someterán a los test los jugadores y técnicos de los equipos que jugarán por subir a Tercera División: Chinato, Amanecer, Montehermoso, San Serván, Pueblonuevo, Oliva, Lobón, Gévora, La Estrella, Villafranca, Campanario y Zafra Atlético.