Una ‘tica’ puede ser protagonista del derbi extremeño de la Liga Reto Iberdrola del sábado. Yerlin Rojas (San José de Costa Rica, 23-7-1990) va adquiriendo importancia en los planes de Ernesto Sánchez en el Femenino Cáceres. Que nadie lo tome mal porque es una expresión latina, pero ahí lo deja: «El Santa Teresa va a venir con los tacos de frente». La reciente victoria cacereña en la final de la Copa Federación está en el ambiente.

Es la primera vez que Yerlin ve Europa. Tiene el honor de ser una de las ocho mujeres de Costa Rica que se gana la vida con el fútbol fuera del país, incluyendo a Daniela Cruz y Katherine Alvarado, jugadoras del Espanyol de la Liga Iberdrola. Cuando era niña ni se imaginaba llegar a este nivel («siempre quise jugar, pero era mucho más difícil»), pero es optimista de cara al futuro. «El fútbol femenino va ir más para arriba», pronostica.

Contrastes

«El fútbol es mucho más competitivo aquí. No se habla tanto sobre el campo como en mi país, pero el resto lo tienen todo: apoyo, buen físico, contacto con el balón. Todas somos importantes. En Costa Rica el fútbol femenino está levantando ahora, pero ha costado mucho», cuenta.

Religiosa («soy muy creyente») y reservada hasta que se siente completamente a gusto, dice que el único problema desde que llegó ha sido que echaba mucho de menos a su familia. Además de la tecnología, ha encontrado un vestuario cálido para compensarlo. «Mis compañeras me han recibido muy bien, me cuidan muchísimo», dice. De su nuevo país le extrañan los horarios y que «se comen dos platos que al final siempre son tres con el postre, el café y demás». «Los españoles son bromistas y vacilan mucho. A veces me dicen una cosa y yo entiendo otra», sostiene. Vaya: no le gusta el jamón. Ni el ibérico. «Cuando les sorprende, les digo que quizás si echo a freír... y me miran raro».

Lo que le gusta es hablar en el campo. Es mediapunta («el gol llega si llega, pero para mí lo importante es trabajar por el equipo») y ambiciosa, con un matiz de autocrítica: «Estoy contenta, pero podríamos llevar más puntos, haber ganado más partidos e ir incluso invictas. Estamos para grandes cosas». ¿Y el Santa Teresa? «Es un buen equipo, pero nosotras también. Que la gente venga a apoyarnos. Va a ser un partido llamativo».

Nunca ha saludado al futbolista costarricense más conocido, el portero Keylor Navas («es un icono»). Solo le vio una vez y de lejos, en una concentración de las selecciones. Pero el auténtico «orgullo» de un país bañado al mismo tiempo por el Atlántico y el Pacífico es la naturaleza que hay allí. «Es hermoso», reitera, con un tono de nostalgia. En Navidad no podrá regresar, pero cuando lo haga espera poder contar que ha ganado el derbi.