El Sambódromo, templo del Carnaval de Río, dio un extraño, por silencioso, pistoletazo de salida a la competición de tiro con arco, que comenzó con las series de clasificación, en la que el surcoreano Kim Woojin fue el auténtico 'Robin Hood' en versión asiática.

El español Juan Ignacio Rodríguez firmó una magnífica décima posición, con un total de 678 puntos tras un inicio de competición fulgurante. Antonio Fernández acabó trigésimo quinto con 657 y Miguel Alvariño cuadragésimo cuarto con 651.

Por lo tanto, España fue octava para la competición por equipos con 1.986 puntos y se enfrentará en los octavos de final a Holanda, novena con 1.981.

Como no podía ser de otra forma, Corea del Sur lideró la tabla con 2.057 por delante de Estados Unidos (2.024) y de Italia (2.007).

Estas tres selecciones coparon el podio en Londres 2012, donde Italia se colgó el oro, los norteamericanos la plata y los surcoreanos el bronce.

El Sambódromo vivió una jornada extraña. Rodeado por letreros que piden silencio para facilitar la concentración de los arqueros y con los graderíos para el público vacíos.

Silencio, poca expectación, tan solo seguida la competición por periodistas, técnicos y jueces, primeros nervios y los competidores, que se habían quejado del ruido existente durante la prueba 'test' disputada el pasado septiembre.