Hay etapas ciclistas que se resumen en apenas 500 metros, o incluso menos. Es lo que ha ocurrido este domingo en el desenlace de la segunda jornada del Giro, en la que se ha impuesto el corredor alemán Pascal Ackermann, del Bora (un equipo que tiene perfectamente administrada la crisis de Peter Sagan en cuanto a victorias). Él fue el más rápido en un verdadero duelo de titanes, de garra, en el que predominó más la fuerza bruta que la táctica del conjunto bien organizado que deja a su hombre rápido prácticamente en la misma línea de llegada.

Ackermann ganó. Sin embargo, no lo tuvo fácil, porque enganchados a su rueda entraron quienes están llamados a ser los protagonistas de las llegada masivas de este Giro que llega a su 102 edición, hombres rápidos, la mayoría de los cuales tienen marcadas en rojo las etapas de esta primera semana de competición. Segundo fue Elia Viviani, el mismo que se lució hace un año en este tipo de llegadas en la ronda italiana y que fue, también, el mejor velocista de la Vuelta 2018. Pero tampoco hubo que desconsiderar, ni mucho menos, al tercero del día, que no fue otro que el australiano Caleb Ewan. Y, por supuesto, nombrar al cuarto y al quinto de la etapa, el colombiano Fernando Gaviria, que este año corre con el equipo patrocinado por los Emiratos Árabes, y el francés Armand Démare, el mismo que ganó la Milán-San Remo por allá el 2016.

Landa, atento

Fue el resumen de una segunda etapa, con la clásica escapada consentida, capturada a siete kilómetros de la meta, y en la que los favoritos circularon más pendientes de no meterse en líos, y sobre todo no caerse, que de empezar a buscar diferencias o algún otro tipo de estrategia. Primoz Roglic conservó la 'maglia rosa' conquistada con su exhibición del sábado y Mikel Landa circuló siempre muy atento y protegido por sus compañeros americanos Andrey Amador y Richard Carapaz.

De hecho, hasta el viernes no se apunta un terreno complicado en cuanto a dificultades orográficas y donde Landa debe reencontrar las sensaciones perdidas en la contrarreloj inicial de Bolonia. Aunque es consabido que la contrarreloj es la especialidad que peor le sienta, tampoco era normal que perdiera mucho más tiempo subiendo que llaneando, cuando lo lógico tenía que haber sido al revés. El ciclista alavés explicó que una alergia tuvo que ser el motivo que le privó de rendir como era de esperar para ser el favorito que más tiempo cedió, un duro golpe para iniciar el Giro y para ya tener que ir a contrapié en esta fase inicial de la prueba.

Este lunes, con una larga etapa de 212 kilómetros, el pelotón del Giro alcanzará la costa del mar Tirreno con la previsión de un segundo esprint a la vista. Volverá a ser Ackermann el ciclista rápido de la prueba? Equipo y cualidades no le faltan.

Todas las clasificaciones en la página oficial del Giro.