La limpieza con la que se están comportando tanto Aprilia como Aspar en la recta final del Mundial de 125cc es exquisita. A la marca italiana le gustaría que el título fuese para Héctor Faubel (252 puntos), que monta una de las nuevas RSA frente a la antigua RS del húngaro Gabor Talmacsi (líder, con 262). Aspar, como no, vería con buenos ojos que, pese a tener a ambos en su equipo, el campeón fuese el español. La libertad que fábrica y mánager están concediendo a ambos es de una limpieza exquisita. Ayer, en Sepang, Talmacsi ganó con una mano y, si acaba entre los tres primeros en Valencia (4 de noviembre), será el nuevo campeón. Faubel solo pudo ser ayer tercero.

ESPERANZA "Con la armas que teníamos era el mejor resultado que podíamos hacer. Desde luego es decepcionante porque hemos estado todo el fin de semana trabajando, haciendo la ´pole´, yendo comodísimos, no sabemos por qué pasa esto en las carreras", explicó Faubel a Efe.

"No sé qué decir, pero la moto se paraba. He ido a muerte todo el rato. He hecho todo lo que he podido y más", añadió.

"Posibilidades solo hay una: ganar", señaló sobre la carrera de Valencia, donde se impuso el año pasado. "Lo último que se pierde es la esperanza, en mi casa ya ha pasado y el año pasado lo hice muy bien allí. Tengo que prepararme especialmente", deseó.