Dos puntos separan al Barça, el líder, del Madrid, el tercero. Emparedado entre los dos eternos aspirantes al título anda el sorprendente Sevilla, que está protagonizando la temporada de su historia. Ese estrecho margen de diferencia da a la lucha por la Liga la emoción que no tuvo en los últimos años, y obliga a los tres aspirantes a echar cuentas en las siete finales que les quedan.

Barça: Los colistas allanan el camino

Dilapidado el colchón de puntos que le colocaban a salvo de cualquier error, el Barça ya no puede fallar más. Con un rendimiento pobrísimo fuera de casa, al campeón solo le quedan tres partidos lejos del Camp Nou. El peor, sin duda, será la visita al campo del Atlético de Madrid, donde lleva seis años sin ganar. Es el día en el que Torres recobra la inspiración. Dentro de dos semanas, el actual líder viajará a Anoeta --dos derrotas en 10 años-- y cerrará la Liga en el campo del Nastic.

El calendario es favorable al Barça, porque se enfrentará a los tres colistas y recibe a equipos muy asequibles, con todas las estadísticas a su favor.

El Madrid, opción que se sustenta en la historia

Nada más que el historial avala la candidatura del Madrid, un equipo criticado por el pésimo juego que ha ofrecido y que se salva únicamente por los resultados. Por la mínima, con apuros y especulando, el agotado proyecto de Fabio Capello se mantiene agazapado y a la expectativa.

Después de visitar en la próxima jornada San Mamés (cuatro derrotas encajadas en seis años), los blancos recibirán al Sevilla y al Espanyol consecutivamente. Solo le quedará al once de Capello un compromiso delicado, como es el viaje a La Romareda, donde el Zaragoza andará peleando por un puesto en la Champions. En otros tiempos, antiguamente, Recreativo, Deportivo y Mallorca eran rivales fáciles para el Madrid. Para el actual, todo es difícil.

El Sevilla ha de repartir esfuerzos en tres frentes

La UEFA, la Copa y la Liga. El Sevilla se enfrenta a una situación desconocida en su historia. Nunca tuvo que atender tantos frentes. Nunca se vio exigido a realizar un esfuerzo descomunal en tres competiciones. Lleva ocho meses aguantando el trote y está en disposición de conquistar los tres títulos. Ya empezó la temporada con un repaso al Barça (3-0) en la Supercopa de Europa. Tiene un pie en la final de Copa (goleó al Depor en su casa) y deberá lidiar con Osasuna en la UEFA.

La semifinal europea, entre esta semana y la próxima, podría influir en su rendimiento en la Liga, donde recibe al Espanyol y visita al Madrid en el Bernabéu. Son cuatro partidos en 11 días. Ha desperdiciado algunas oportunidades para desbancar al Barça. No podrá desaprovechar muchas más. La cita del Bernabéu se adivina clave en su futuro: o sale reforzado o cae al tercer lugar.

El reto de completar una temporada excepcional es el motor que impulsa a la plantilla hispalense. El Sevilla lleva algunos partidos sin jugar con el portero titular (Palop se lesionó el 15 de marzo) y sin su delantero centro titular, Kanouté, que empieza a acusar el esfuerzo por sus problemas físicos.