FORD BURGOS: Chris Hernández (25), Albano Martínez (5), Zach Morley (6), Aloysius Anagonye (12), Jason Blair (10) --cinco inicial-- Peter Lorant (7), Jesús Castro (4), Manu Gómez (5), Alberto Miguel (2), Iván Corrales (6).

CACERES 2016: Carlos Cherry (19), Francis Sánchez (15), Lucio Angulo (7), Shawn Taggart (9), Drew Naymick (2) --cinco inicial-- Perico Sala (7), Juan Sanguino (0), Gio Dedas (0), Xavi Forcada (11), Kaspars Berzins (8).

ARBITROS: Garmendia y Guillan. Eliminado: Naymick (min. 36).

MARCADOR POR CUARTOS: 28-18, 50-35, 66-60 y 82-78.

Uno a cero, pero esto solo acaba de empezar. El Cáceres 2016 perdió el primer partido del playoff ante el Ford Burgos (82-78) en un choque en el que le pesó demasiado el esfuerzo de cargar con una primera parte negra, en la que no supo adaptarse ni a un rival inspirado ni a un arbitraje muy cómodo para los anfitriones. No hay tiempo para lamentaciones, pero quizás sí para redoblar esfuerzos de cara al segundo encuentro de la serie, mañana a las 19.00 horas. El mensaje de casta con la reacción en los segundos minutos es el que debe alimentar el sueño de intentar recuperar la plaza ACB para la ciudad.

El Ford Burgos enseñó sus cartas desde el principio. Sabía que lo importante era castigar a Carlos Cherry, dejarle sin aliento para que en ataque no pusiese la explosividad habitual. Chris Hernández, el base mexicano-norteamericano que ya subió la temporada pasada con Valladolid, afrontó el reto con valentía y tomó protagonismo con varias acciones ofensivas afortunadas que marcaron las primeras diferencias a favor de los locales (19-11, min. 7). El Cáceres 2016 no encontraba ayuda ni en sí mismo ni en un arbitraje al menos discutible, con Naymick acumulando personales pronto y poca tranquilidad ofensiva.

SIN SOLUCIONES Tanto fue así que Aranzana sentó a Cherry muy pronto, pero con Perico Sala y Xavi Forcada en pista el ritmo tampoco mejoró. A medida que el Burgos más acertaba, más se animaba, y amenazaba con romper el partido muy pronto (28-16 a 40 segundos del final del primer cuarto). El base titular tenía que volver. Y lo hizo, aunque compartiendo pista con Sala, pero no arregló casi nada y todo empezó a ponerse muy oscuro (32-18, min. 32).

De tener dos directores de juego en pista a hacerlo con cuatro exteriores y un solo pívot, Naymick. Desde el banquillo cacereño se intentaba todo para frenar la sangría en el aro propio. Hernández se marchaba al banquillo habiendo anotado c16 puntos en solamente 12 minutos, toda una exhibición que sonrojaba a los visitantes.

Sin él en pista, el Ford Burgos dio un pequeño bajón. O al menos no pudo sostener su gigantesca inspiración en ataque. El Cáceres le imprimió un punto más de dureza a su defensa y eso le sirvió para mantenerse agarrado al choque durante unos minutos, bajando de los diez puntos en contra (39-30, min. 17).

Resultó una esperanza engañosa: los burgaleses volvieron a tener unos ataques de locura, aderezados de extrañas decisiones arbitrales, y las alarmas se pusieron otra vez rojo sangre : 50-32. Un estratosférico triple final de Sala a falta de un par de segundos dejó el 50-35 del descanso, un marcador que no sabía mal del todo teniendo cuenta los antecedentes.

Hubo un par de ocasiones para reengancharse. Y es que todo quedó como en stand by : ni el Ford Burgos sentenciaba porque sus fogonazos ofensivos habían desaparecido ni el Cáceres 2016 se aproximaba lo suficiente, moviéndose en una horquilla de 11-14 puntos. A esas alturas, buena parte de las opciones empezaban a pasar por la casta de Forcada. Un "2+1" protagonizado por el catalán dio un nuevo impulso a sus compañeros (65-57, min. 29). ¿Había partido? Francis decidió que sí con un triple con su defensor absolutamente encima (66-60, final de cuarto).

Los últimos diez minutos se iniciaron de una forma inmejorable: una canasta de Forcada y otro triple de Francis. 66-65. Y otra buena defensa devolvió la posesión a los extremeños, que después de remar durante 32 minutos contracorriente volvían a sentirse fuertes. Con ese mensaje de casta hay que quedarse.

Fue el momento de inflexión del partido: Angulo perdió la posesión en un campo atrás, la remontada no terminó de culminarse y el Burgos dio otro pequeño y esta vez decisivo estirón (79-71, min. 37), coincidiendo con el despertar de Hernández --que llevaba medio partido sin anotar-- en forma de dos triples. Mañana otro show , con la esperanza casi intacta.