Su vida es de película. De hecho, ya ha merecido un documental en su país, que le hicieron cuando fue la primera mujer iraní y asiática que se clasificó conjuntamente para los Juegos Olímpicos y los Juegos Paralímpicos de Río. La vida de Zahra Nemati es un ejemplo continuo de lucha, superación y amor por la vida.

Sentada en su inseparable silla de ruedas, Nemati captó la atención en el desfile de la ceremonia inaugural de los Juegos, en el que capitaneó a su delegación como abanderada. Sus merecimientos son sobrados, y nadie le discute ese liderazgo a pesar de proceder de un país donde el deporte femenino es, por sí mismo, casi una heroicidad. Y más para ella.

Ahora tiene 31 años, pero cuando tenía 18, en el 2003, resultó lesionada en un terremoto que azotó la ciudad iraní de Bam y que provocó la muerte de 26.000 personas. La lesión no le impidó continuar con su carrera de taekwondista, en la que era cinturón negro y miembro del equipo nacional de su país.

Más infortunio

Un año después sufrió un accidente de coche que la dejó paralizada de cintura para abajo, con lesiones en la medula espinal y en ambas piernas. La silla de ruedas ha sido pues inseparable compañera desde entonces de esta mujer que, lejos de rendirse, decidió dos años después dedicar sus esfuerzos al tiro con arco, modalidad en la que se ha clasificado para los dos Juegos de Río. De hecho, el pasado viernes se metió ya para la ronda final, que comenzará mañana.

No solo es un ejemplo, sino una pionera. Fue la primera mujer de su país capaz de ganar un oro paralímpico, cosa que hizo en Londres 2012 (donde también logró el bronce por equipos) y ahora persigue el primero en unos Juegos Olímpicos para una iraní. Sueña con ello. Poco después de clasificarse para ambos eventos en los Campeonatos de Asia en Bangkok, fue designada deportista del mes por el Comité Paralímpico Internacional, y ejerce de embajadora de las Naciones Unidas por su preponderante papel en la reivindicación de la mujer a través del deporte. Ha llegado a ser la 25 del ránking mundial. Zahra Nemati, con el pelo cubierto por el hiyab , no deja de dar ejemplo.

Lo hizo cuando, seis meses después de empezar con el tiro con el arco recurvo, ya fue tercera en el campeonato de su país, y cuando dobló medalla paralímpica en Londres. "Lo dediqué a toda la gente que rezó por mí", aseguró entonces.

Es la primera arquera desde la italiana Paola Fantato (1996) capaz de doblar en los dos Juegos del mismo año, y es solo la 13 deportista en conseguirlo, en una restringida lista en la que están también el tristemente famoso Oscar Pistorius, su compatriota, la nadadora Natalie du Toit, y la mediofondista estadounidense Marla Runyan, deficiente visual.