El delantero brasileño Robinho, en apenas 27 minutos, le cambió la cara al Real Madrid, mostró todo su repertorio futbolístico y devolvió la alegría a una afición que ha tenido más sombras que luces en los dos últimos años.

Nueve regates, catorce pases, un tiro y varias bicicletas fueron su carta de presentación en la Liga española en Cádiz, curiosamente en el mismo escenario en el que debutó Emilio Butragueño, ahora vicepresidente del club, hace 21 años.

Su presencia en el campo revolucionó el partido. No por su juego vertical, por sus recortes o por velocidad, sino porque devolvió la chispa a unos compañeros que andaban sumidos en el gris. Convirtió a un equipo cansado en otro vigoroso. A un equipo lento en otro con la quinta velocidad metida.

Fue sin duda, la mejor noticia de la jornada para el fútbol español, independientemente de los colores. Sólo basta con ver la prensa deportiva -Marca y AS- hoy con titulares como "¡Buenísimo!", "Y Dios creó a Robinho", y "presentación genial del crack, que salió en el minuto 65 y salvó a un Madrid que se hundía".

HASTA EN CATALUÑA Incluso los diarios catalanes se hicieron del partido de la estrella blanca. "Ronaldinho es el líder indiscutible del campeón (Bar§a)... pero el debut de Robinho revolucionó al Madrid", destacaba ayer el Sport.

Vanderlei Luxemburgo, técnico del conjunto madridista, lo dejó entrever el día antes del encuentro: "Si tiene que jugar, lo hará". Y así fue. Con 1-1 en el marcador salió y fue decisivo para la victoria blanca.

Si algo tiene claro el técnico brasileño es que no quiere repetir lo del año pasado, cuando se pegó media vuelta intentando echar el gancho a un Barcelona que le llevaba trece puntos de distancia. Eso le condicionó toda la temporada, Copa del Rey y Liga de Campeones incluido.

Robinho tiene algo que le hace especial. Ya en el primer entrenamiento se le vio muy acoplado con el resto de sus compañeros. Fue manteado (por eso pasan todos los nuevos) y estuvo sonriendo toda la sesión. Incluso recibió la ya típica colleja del danés Gravesen, uno de los más bromistas del vestuario.

Ahora le toca mantener la ilusión que ha generado en la afición madridista, que llenará en la siguiente jornada el Santiago Bernabéu para verle hacer magia. Será ante el Celta.

Mientras tanto, José María Gutiérrez Guti calificó de "gran jugador" al brasileño Robinho, que tuvo un feliz debut con el Madrid, y anticipó que el ex jugador del Santos "va a aportar muchas cosas al equipo".

"Es un gran jugador, muy joven, con mucha habilidad y va a aportar muchas cosas al equipo", dijo Guti del nuevo fichaje del Real Madrid, cuya incorporación al equipo en la segunda parte resultó decisiva.

Guti dijo que se siente mejor de su lesión y que espera poder volver a trabajar esta semana.