Buffon hizo la pascua a España al parar a Mutu el penalti que podía haber dado el triunfo a Rumanía. Los jugadores españoles, en una sala contigua a la utilizada en esos momentos para la rueda de prensa de Cesc, Senna y Marchena, celebraron por todo lo alto la señalización del máximo castigo. Cuando el portero del Juventus lo detuvo, las muestras de decepción fueron tan audibles como habían sido los gritos anteriores. Y es que los internacionales españoles suspiraban por que Italia se quedase fuera ayer mismo para evitarla en un posible cruce en cuartos. Aragonés no tiene muy claro que Rumanía vaya a ser más fácil. O al menos eso dijo: "En cuartos podrían estar los rumanos y habría que tener mucho cuidado porque están a la altura de los otros equipos".