Quizá sea Juan Carlos Mejías (La Zarza, 1983) uno de los jugadores extremeños con mejor hoja de servicios en Segunda División B. Ocho temporadas consecutivas en la categoría de bronce jalonan una trayectoria plena de titularidades, de progresiones y de respeto. Por eso quizá nunca le han faltado alternativas, tampoco en la región, donde ha militado en clubs como Cerro, Mérida, Extremadura o Villanovense. Fuera, en La Muela y Sabadell conocen de sus condiciones.

Ahora recala en el Cacereño. Ya no es centrocampista, aunque se adaptaría si hace falta. Y lo hace transformado en un defensa central no muy al uso: su perfil habla de buen trato de balón, contundencia y hasta goles. Su figura delgada y alta (ronda el 1'90) es característica complementaria e inherente.

"En Extremadura todos sabemos que el Cacereño siempre es un club importante, que hace equipos competitivos para estar en la parte alta. Es un proyecto ilusionante y ambicioso". Mejías (su nombre deportivo preferido) llega con su propio aval, pero en teoría ocupará el puesto de Juli Ferrer, uno de los mejores la pasada temporada. No lo duda: lo dará todo para triunfar, incluso en forma de goles.

La evolución

"He sido centrocampista hasta hace un par de años. A mí me da igual", dice cuando se le cuestiona sobre dónde se siente mejor. Al final, claudica y asegura que prefiere ser defensa por estar ya familiarizado con esta posición. En cualquier caso, dice que él se adaptará al equipo y también a las condiciones del campo.

"30 años es una edad óptima y espero hacer una buena temporada", reflexiona el futbolista zarceño, que espera que el Cacereño se sirva de su categoría y experiencia para cumplir el objetivo. Llega Mejías, reconoció, guiado también por cuestiones personales, ya que su pareja estudia oposiciones en Cáceres.

Mientras tanto, el club sigue a la espera de concretar la plantilla. No hay prisa. El entrenador, Angel Marcos, dice que para cubrirse la cifra de 18 o 19 futbolistas que pretende no debe fallarse en las elecciones. Toni, con ofertas de Mérida y Badajoz, sigue contando y sigue apareciendo como una de las principales alternativas. De momento, como único fichaje está el propio Mejías, pero el esqueleto principal del equipo está hecho. La marcha de Santi Amaro permitirá, según el club, otro considerable ahorro económico.