Ocurrió tras la rueda de prensa de Gustavo Aranzana después de que el Cáceres Patrimonio de la Humanidad perdiese ante el Ford Burgos (68-77). Ante la sorpresa de los informadores, el responsable de comunicación del club extremeño, Jorge García, dio la palabra a la persona que desde este verano se encarga del marketing en la entidad, Javier Murugarren. Y este lo que hizo fue pegarle un tirón de orejas a los aficionados --menos de los habituales-- que acudieron al encuentro del pasado miércoles.

"Creo que el equipo hoy no ha estado bien, pero la afición tampoco", indicó. Anteriormente había dado las gracias a los seguidores que habían ido al Multiusos, pero censuró abiertamente su actitud en el tramo final del partido. "Faltaba 1:47, que es un mundo en baloncesto, e íbamos cuatro puntos abajo. Y parecía que ya habíamos perdido por el ambiente que se respiraba. La gente debió empujar en ese momento", aseguró.

Acababa de hacer añicos el tabú en todo club de no cuestionar lo más mínimo a su propia hinchada. Al menos en Cáceres no había ocurrido nunca, excepto cuando, en tiempos ya muy lejanos, se produjeron incidentes con lanzamientos de objetos a la pista. Lo hizo, según afirmó, porque "llevo tres meses aquí y me voy dando cuenta de cómo son las cosas y puedo hablar sobre ello".

Innovación

El mensaje no es de la directiva del Cáceres Patrimonio de la Humanidad, que sí autorizó que su colaborador se sentase a hablar ante los medios para dar una opinión estrictamente personal.

El resto de su mensaje se centró una vez más en lo que suele decir en público y en privado con su rotunda voz: hay que estar unidos; si no, será muy difícil sacar adelante el proyecto.

El empresario de origen vasco se está distinguiendo por ser una rara avis en su nueva experiencia en el baloncesto cacereño, al que ha llegado tras una larga trayectoria en el deporte, desde los primeros años del Baskonia a la canasta portuguesa, pasando por el Logroñés de fútbol o el Ciudad Real de balonmano. Su empresa, M-Cell, radicada en Portugal, es la que soporta la mayor parte del coste de la producción de los partidos televisados de Canal Extremadura.