Sin tiempo para digerir su dolorosa derrota en Getafe (2-0), punto más bajo del Barcelona durante esta temporada, el equipo azulgrana aterriza esta noche en Alcoy (21.00 horas) para jugar su primer partido de la Copa del Rey envuelto en una tormenta mayúscula que pone en entredicho la validez del entrenador y el compromiso de la plantilla.

La visita del Barça para disputar el partido de ida de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey ha revolucionado Alcoi y se ha convertido en el acontecimiento del año a pesar de que la venta de las 8.000 localidades disponibles para el encuentro no se ha completado.

El Barcelona ha dejado de funcionar como un equipo, según la confesión de su propio capitán, Puyol, encargado de denunciar lo males del conjunto azulgrana, que sólo ha sumado 6 de los 18 puntos posibles a domicilio.

Atendiendo a la situación, el encuentro ante el Alcoyano aparece como una nueva prueba para comprobar la actitud del Barcelona. Frente a un equipo de Segunda B, el conjunto de Rijkaard está más obligado que nunca a demostrar el compromiso y la fe que le ha faltado en sus últimos partidos. Antes que un buen juego, la afición azulgrana demanda a su equipo las dosis de entrega que sólo ve en los rivales.

En Alcoy, Frank Rijkaard no podrá contar con Ronaldinho, Messi y Milito, concentrados con sus selecciones, ni con Zambrotta, sancionado tras su expulsión en Getafe.

La situación deportiva por la que atraviesa el Barcelona en este primer tercio de Liga ha destapado desde parte de la directiva del club un discurso muy crítico respecto al equipo en general y, en concreto, con la labor del técnico, Frank Rijkaard.

´MAMONEO´ Algunos directivos comparan el momento actual con el vivido al final de la temporada anterior y que algunos definen como "el mismo mamoneo del año pasado". Con esta expresión se hace referencia desde el club a la indolencia que creen que afecta a parte del equipo y cuerpo técnico barcelonista, estado de ánimo que se considera que el año pasado afectó determinantemente para que el Barça perdiese la tensión en los últimos partidos de Liga y no fuese capaz de revalidar por tercer año seguido el campeonato.

Además, al holandés se le continúa criticando que no ofrezca soluciones deportivas al juego del Barcelona y "que siga consintiendo muchas cosas a algunos jugadores", según ha precisado a Efe un directivo que prefiere mantenerse en el anonimato.

Según consultas efectuadas por Efe a miembros de la junta del Barcelona, la figura de Rijkaard está en el centro del debate y también la actitud de muchos de los jugadores en este inicio de Liga.

La representación de la directiva consultada por Efe hace suya la afirmación del presidente del Barcelona, Joan Laporta, quien en las últimas semanas, y en círculos privados, se ha mostrado muy crítico con el trabajo de Rikjaard y el de sus futbolistas. El enfado del presidente del Barça es tal que ha llegado a definir la situación por la que atraviesa el equipo como de "mamoneo", expresión que ha repetido en diferentes ocasiones.