La teoría de la botella medio llena o medio vacía sirve para describir lo que se vio ayer en París y se pudo seguir en directo a través de la web oficial del Tour. ASO, la organización de la ronda francesa, guardó respeto, no quiso criminalizar, "sospecha no es culpabilidad" y mantuvo hacia Alberto Contador todo el protocolo propio de un ganador de la prueba. En el 2007, en cambio, el espectacular vídeo resumen de la anterior edición finalizó con una imagen del ciclista que subió al podio de París con el jersey amarillo, Floyd Landis, rompiéndose en añicos como si fuera un cristal en mal estado.

Ayer, la misma grabación acabó con la cara sonriente del pinteño levantando la cerámica de campeón con el Arco del Triunfo al fondo.

OMINIPRESENTE En el 2009 los técnicos de la televisión francesa tuvieron que cambiar a última hora las imágenes de la síntesis de la carrera y excluir de las mismas al austriaco Bernhard Kölh, tercero, y al alemán Michael Schumacher, que ganó dos etapas, al confirmarse los dos positivos pocos días antes de la solemne presentación de la carrera.

Contador estuvo ayer presente en todos lados, menos físicamente en la sala. Salió en las imágenes, en la publicidad, en los comentarios de los organizadores y en las conversaciones tras descubrirse el recorrido, prácticamente calcado al adelantado por este diario. "Sospecha no quiere decir culpabilidad. Hay que esperar las conclusiones de los expertos. No es un tema sencillo", defendió Christian Prudhomme, director general del Tour. "La contaminación alimenticia es una posibilidad para determinar la aparición de clembuterol en la orina de Contador. Tenemos que estudiar si es buena. El hecho de que se trate de una pequeña cantidad complica los estudios. No se cuándo llegaremos al final. Me apena que se alargue esta situación", comentó Pat McQuaid, presidente de la UCI.

El Tour 2011 comenzará en La Vendée. Buscará en la primera semana las llegadas en repechos cortos pero de duros porcentajes para favorecer el espectáculo, siguiendo el ejemplo de la Vuelta, y guardará obediencia a los Pirineos con dos llegadas en alto; Luz Ardiden (previo paso por el Tourmalet) y Plateau de Beille donde la tradición dice que quien vence en la cumbre llega de amarillo a París. Todo sucederá antes de que, ya en los Alpes, se homenajee al Galibier.