La figura de Lance Armstrong planeó durante la presentación de la edición del Tour de Francia del 2006, por las continuas referencias a las sospechas de dopaje que pesan sobre el tejano y por la incógnita por conocer quien ocupará el trono que deja vacante. La ronda gala volverá a España, al Valle de Arán, después de diez años.

La ronda gala, que partirá de Estrasburgo el 1 de julio y llegará el 23 a París, contará con cinco etapas de alta montaña (dos en Los Pirineos y tres en Los Alpes) y cuatro de media montaña (22 puertos), tres llegadas en alto, dos contrarreloj individuales y nueve etapas planas.

Durante los 3.639 kilómetros de recorrido, el Tour recorrerá seis países: Francia, Alemania, Luxemburgo, Bélgica, Holanda y España, donde terminará la undécima etapa, en la estación de Pla-de-Beret (Lleida). El último precedente español data de 1996, en Pamplona.

Más que de la grandeza de un hombre que ha logrado algo único nunca conseguido antes, la figura de Armstrong fue evocada por las referencias al dopaje, después de que la prensa francesa revelara que se ha detectado EPO en la orina del ciclista recogida durante el Tour de 1999, el primero que ganó.

SEÑALADO Johan Bruyneel, director del Discovery Channel, el equipo de Armstrong --antes como corredor, ahora como embajador-- reprochó al Tour haberle "señalado" durante el acto. Se pedirá la ayuda de la Agencia Mundial Antidopaje para los controles durante la carrera.

Se habló poco del recorrido del 2006, que será clásico y con pocas novedades. La única fue la supresión de la contrarreloj por equipos, algo que no sucedía desde 1999.

Todo el mundo coincidió en señalar al alemán Jan Ullrich y al italiano Ivan Basso como grandes aspirantes y que el Tour estará abierto, sin un claro dominador. Alejandro Valverde será la gran esperanza española, aunque él ya ha declarado que no se siente favorito.