Félix Bardera, Felines , entrenador del Badajoz, es el único técnico sacrificado tras la aciaga racha de los extremeños en la Segunda División B. Ismael Díaz, entrenador del Cacereño, y José María Calvo, del Villanovense, siguen teniendo la confianza de sus respectivos presidentes, que durante las últimas horas les han ratificado en sus puestos.

Es precisamente el entrenador madrileño del Badajoz el que mejor papel, al menos numéricamente, estaba haciendo de los seis extremeños hasta la última jornada, en la que el Jerez le ha superado en la tabla. Sin embargo, ha pesado mucho en su cese la gran expectativa que ha creado el equipo durante buena parte de la liga, en la que incluso ha llegado a ser líder. Ahora está justo en la mitad de la tabla, a ocho puntos de la promoción de ascenso a Segunda, después de la contundente derrota ante el Melilla (4-0), informa José Luis Vela.

Fue un largo día de reuniones en la sede del club pacense. En principio, Juanma Generelo, segundo de Felines, ocupará el banquillo del Badajoz hasta el final de temporada. Generelo fue precisamente destituido en el Cacereño la pasada temporada antes de la llegada de Ismael Díaz al banquillo verde.

Precisamente en Cáceres, el presidente verde, Félix Campo, sigue confiando en Ismael Díaz, pese a que la afición abucheó sonoramente al asturiano tras caer (0-1) ante el Linares. El dueño de la mayoría de las acciones del Cacereño sigue confiando en que el equipo se puede salvar con Díaz, y al mismo tiempo éste dice estar amparado en los técnicos y jugadores del club para salvar el proyecto. Ayer dirigió con normalidad la sesión matinal de entrenamiento y mañana, salvo sorpresa, volverá al trabajo tras el descanso de hoy.

Al Cacereño le urgen los puntos ya. El domingo tiene otra prueba de fuego ante el Marbella, después llegará el écija y se viajará al campo del Betis B, hoy por hoy el enemigo mayor para, al menos, conseguir el puesto número 16 en la tabla que dé opción a jugar la promoción por no descender a Tercera.

AMBIENTE RARO El ambiente está enrarecido en el club y su entorno. Este diario fue testigo de las protestas de los peñistas del Escuadrón Verdiblanco, que abroncaron al técnico y que pidieron al presidente el cese del entrenador. Sin embargo, no fue así y, tras siete derrotas consecutivas, Díaz seguirá en su puesto.

Una situación similar se está produciendo en el Villanovense. El equipo serón, que sigue antepenúltimo, sufrió una escandalosa goleada en su visita al Vecindario (7-1), lo cual ha disparado el pesimismo entre la hinchada y en la propia directiva.

El presidente, Tomás Cordero, citó ayer tarde al propio técnico, aunque en ningún caso se pronosticaba un desenlace fatídico para José Mari Calvo. Simplemente, según fuentes del club, se trataba de "pedir explicaciones" por el resultado abultado, ya que perder ante el Vecindario, uno de los mejores equipos del grupo, entraba dentro de la lógica, y sobre todo teniendo en cuenta la trayectoria, informa Francisco J. Horrillo.

En Mérida sigue todo igual, tras seis entrenadores. El equipo pierde. Está claro que ahí el cambio de técnico no funciona.