"Herreros, ¿dónde están los trofeos?", suele preguntarle la afición del Estudiantes a su antiguo ídolo, que ayer tuvo sin duda el momento estelar de su prolongada carrera. Ocurre justamente cuando ha sido relegado a la condición de suplente: en el Madrid de Maljkovic ha tenido un protagonismo reducidísimo, jugando únicamente minutos muy específicos. El encuentro de ayer fue un ejemplo: saltó a la cancha hasta que Bullock fue eliminado cuando quedaban apenas 100 segundos para el final. A él le bastaron para hacer lo mejor sabe en la jugada más decisiva. Se hizo hueco y se elevó para clavar un clásico triple desde el lateral. Es su segunda liga con el Madrid, con el que también ha ganado la Recopa desde que llegó en la temporada 1996-97.