La victoria del Lokomotiv en la primera jornada en Leverkusen elevó la complejidad del grupo D de la Liga de Campeones, que lleva al Atlético de Madrid este martes a Moscú entre la necesidad y la seguridad que supone un triunfo o el apuro de una derrota en un estadio y contra un rival con el que jamás ha perdido (21.00 horas).

No hay pausa para el Atlético, que el sábado a las 23.00 horas terminaba el derbi frente al Madrid con un 0-0 anodino, que desprendió más dudas que certezas; el domingo a las 13.00 horas volvía a los entrenamientos; a las 16.00 volaba a Moscú... Y este martes juega un partido clave.

Empatado con el Juventus en la primera cita en el Wanda Metropolitano (2-2), el Atlético tiene ante sí un encuentro que predice buena parte del futuro del grupo, en el que aún restan cinco choques, pero cuyo margen es mínimo para la reacción, menos aún si más allá de la segunda jornada todavía no tienes ninguna victoria.

Advertido, hay más mecanismos de alerta para el conjunto rojiblanco. Por ejemplo, solo una victoria en sus últimos cinco encuentros, el 2-0 al Mallorca; el único de sus tres duelos más recientes que marcó gol.

El once en Moscú es una incógnita, pendiente de la recuperación del equipo tras el esfuerzo del derbi -72 horas después justas empezará su siguiente reto en Moscú- y con una sola baja: el extremo Vitolo, lesionado muscularmente en el primer tiempo contra el Madrid. Es el máximo goleador del Atlético en este curso, con dos tantos, los mismos que ha marcado Joao Félix.

¿Simeone alineará a su tripleta de ataque: Joao Félix-Diego Costa-Morata? Es una de las dudas del once. Para Mallorca la probó en los entrenamientos, pero finalmente no la empleó; en el derbi no tenía disponible a Morata.