ESPAÑA (18+15+14+13): Rudy Fernández (14), José Manuel Calderón (3), Ricky Rubio (10), Víctor Claver (6), y Marc Gasol (2) --equipo inicial--, Aguilar, Sergio Rodríguez (5), Xavi Rey (4), Llull (8), San Emeterio (4), Germán Gabriel (2) y Mumbrú (2).

REPUBLICA CHECA (7+18+12+2): Pumprla (7), Hruban (2), Satoransky (5), Houska (3) y Vesely (7) -equipo inicial-, Barton (5), Jelinek, Benda (6), Balvin, Welsch (4), Kudlacek y Svrdlik.

ARBITROS: Borys Ryzhyk (Ucrania), Fernando Rocha (Portugal) y Aleksandar Milojevic (Macedonia). Sin eliminados.

La selección española se anotó un triunfo balsámico ante la República Checa por 60-39, en un partido sin brillo, farragoso, aunque con el dato positivo de haber dejado al rival en 39 puntos, con sólo dos anotados en el ultimo cuarto.

La selección española tenía ganas de que empezara el partido y lo demostró con un 5-0, a cargo de Rudy Fernández, en el primer minuto de partido. El regusto amargo de una inesperada derrota sólo se puede quitar jugando y ganando a la mayor brevedad posible.

Los españoles salieron, en este sentido, con la lección aprendida, jugando más rápido, buscando la primera intención, con más velocidad en el ataque estático y con una defensa en la que Marc Gasol dejó claro desde el primer segundo a Jan Vesely, el NBA checo, que ese territorio era exclusivamente suyo.

El marcador no hizo sino ser reflejo de lo que estaba pasando en la pista y el 18-7 al final de los primeros diez, el mejor síntoma de la recuperación de los españoles. Con Marc sin anotar, España sufrió menos que los checos con Vesely a cero puntos, mérito del pívot de Memphis.

En el segundo periodo, la República Checa apretó las clavijas en defensa, cambiando en los bloqueos y arrinconando al ataque español en las bandas, donde los dos contra uno se sucedieron con cierta facilidad sin que la circulación de balón encontrara el camino adecuado.

La falta de puntería tampoco ayudó mucho a los jugadores de Orenga, que aceptaron un parcial de 0-9 en poco más de dos minutos que hizo que se encendieran las alarmas (20-18, min. 14.15). Rudy acudió al rescate con un triple providencial y también se sumó a carro Calderón para llegar al descanso con un 33-25, después de haber perdido el segundo parcial por 15-18.

Con la defensa checa tan abierta y activa, todo pareció indicar que la mejor solución, en la continuación, hubiera sido meter dos balones para que Marc intentara finalizar con el objetivo de anotar, centrar y recortar el radio de influencia de los checos y buscar más espacio para los tiradores.

El contragolpe hizo un par de apariciones, con San Emeterio y Rudy, lo que calmó un poco la ansiedad de los bicampeones de Europa y llegar al final del tercer cuarto con 47-37, incierto pero esperanzador. En los minutos de la verdad, Ricky y Rudy asumieron las riendas y subieron un 51-37 (min.32). A partir de entonces, todo rodado.