El deportista trujillano Marcos Cáceres Vaquero disfrutó el pasado fin de semana de su primera prueba deportiva tras varios meses de parón por la crisis sanitaria, que ha aprovechado para doblar sus horas de entrenamiento.

Se trató de la Liga Nacional de Kárate, concretamente, de la segunda fase, que se llevó a cabo en Alovera (Guadalajara) y que reunió a 30 participantes en la modalidad Kumite Junior, a la que pertenece el karateka, de dieciséis años.

Consiguió el tercer puesto y se trajo el bronce a casa, después de medirse con cinco rivales, de los cuales venció a cuatro y a pesar de no sentirse «especialmente satisfecho» tras los dos primeros combates, hace una valoración positiva de la prueba, en la que considera que «fue de menos a más».

«No nos lo esperábamos», confiesa el joven, que destaca que las medidas de seguridad frente al virus, «que eran alucinantes», no le permitieron calentar en el interior del recinto todo lo que le hubiera gustado y que, por ello, no salió contento de esos dos primeros encuentros, que por cierto, logró superar 3-0.

«Terminé algo desanimado comparando los resultados obtenidos con lo que había entrenado durante estos meses, sin embargo, mi entrenador, Lolo Rasero, consiguió animarme y después de un 0-1 en el tercer combate, remonté 8-0 en el cuarto y 10-4 en el último, tras ser repescado», argumenta.

Ahora se encuentra a la espera de obtener los resultados del ránking en el que se desvelará si podrá participar en la final de la liga, que se celebrará en diciembre y en la que se encontrarán los ocho primeros de la clasificación.

Debido a la situación sanitaria, todavía no se conoce ni la fecha ni el lugar en el que se llevará a cabo el encuentro. De hecho, este último, iba a desarrollarse en Málaga, pero dos semanas antes se eligió Guadalajara y se realizó a puerta cerrada. La primera fase tuvo lugar en Ávila y se ejecutó la semana previa al confinamiento.

«He aprovechado estos meses para entrenar todo lo que he podido, ya que el confinamiento no permitió celebrar ninguna competición ni encuentro», reconoce Cáceres.

Cabe destacar que el trujillano lleva desde los cinco años dedicando su tiempo a esta disciplina, en el club trujillano Acrópolis, de la mano de Juan Gil, su entrenador. Ahora, compagina el deporte con sus estudios.

En este momento, además de mantener esta como su sede principal, intenta acudir a otros puntos de la región a formarse con otros entrenadores, «para asimilar diferentes estilos de combate». De hecho, Rasero, el entrenador que le acompañó este fin de semana, entrena en Higuera la Real.