REPUBLICA CHECA: Cech; Kadebarek, Sivok, Hubnik, Pudil; Plasil (Kolar, min. 90), Darida, Pavelka; Dockal (Sural, min. 71) Necid y Krejci.

TURQUIA: Babacan; Gonul, Topal (Skoda, min. 56), Balta, Koybasi; Emre Mor (Sahan, min. 69), Tufan, Inan; Volkan Sen ( zyakup, min. 61), Yilmaz (Tosun, min. 90) y Arda Turan.

GOLES: 0-1, min. 10: Burak Yilmaz; 0-2, min. 65: Tufan.

ARBITRO: William Collum (Escocia). Mostró cartulina amarilla a Koybasy y a Balta por parte de Turquía, y a Plasil, Pavelka y Sural (min. 87) por parte de la República Checa.

Turquía ganó 0-2 a la República Checa y mantuvo intacto su sueño de acabar entre los mejores cuatro terceros de la fase de grupos de la Eurocopa, que terminará mañana con los últimos partidos que decidirán el destino del cuadro otomano. Turquía, herida de muerte tras un inicio desalentador, volvió a nacer con un cambio en la actitud de sus jugadores. Tal vez, la convicción de su entrenador, Fatih Terim, logró que sus futbolistas resurgieran al final.

Su rueda de prensa en la víspera, reconociendo su tristeza por la actuación de sus hombres ante España y Croacia, alentó a sus futbolistas a dar por fin un paso adelante. El empate echaba de la competición a los dos equipos. La victoria de la República Checa, daba la clasificación a los centroeuropeos, mientras que tres puntos para los otomanos podían no ser suficientes porque necesitaban golear para ser uno de los cuatro mejores terceros. Al final, Mor, un chaval de 18 años, fue el revulsivo y el sueño continúa.