Los ciclistas pertenecientes a equipos admitidos en el circuito ProTour serán requeridos por la Unión Ciclista Internacional (UCI) antes del Tour de Francia para que manifiesten por escrito que no están implicados en prácticas de dopaje.

En la declaración, los corredores se comprometerán a pagar un año de salario además de cumplir los dos años de suspensión que les correspondería en caso de ser hallados culpables de dopaje, y a permitir que las autoridades españolas comparen su ADN con las muestras de sangre halladas en la Operación Puerto.

El presidente de la UCI, Pat McQuaid, precisó que ha pedido a los equipos que no incluyan para el Tour de Francia a corredores implicados en la Operación Puerto y otros casos.

Los corredores no estarán obligados a firmar esta declaración, pero la UCI anuncia que publicará en su página web la lista de los que hayan firmado y la de quienes no lo hayan hecho.

La UCI se reunió hoy con los responsables de los 20 equipos del circuito ProTour para examinar la situación producida en el mundo del ciclismo por los escándalos de dopaje que se vienen sucediendo en los últimos años.

Durante una conferencia de prensa hoy en Ginebra, McQuaid se refirió también a que no se tomarán medidas sancionadoras contra ningún equipo ni ciclista antes de la celebración del Tour de Francia ya que el organismo no dispone todavía de toda la información relativa al caso Operación Puerto.

McQuaid indicó igualmente que el organismo ha recibido recientemente un centenar de páginas de ese expediente, que se empezaron a analizar el pasado lunes, pero agregó que todavía se esperan las otras quinientas que componen la totalidad del informe y que se desconoce cuando llegaran a las manos de la UCI.

"Lleva mucho tiempo analizar toda la información, crear los archivos pertinentes y enviarlos a las federaciones para que abran un expediente disciplinario", señaló el directivo de la UCI para justificar el retraso en su actuación.

McQuaid estuvo acompañado por el ciclista británico Mark Cavendish y por el francés Sandy Casar, que apoyaron la iniciativa de la UCI.

Según el presidente de la UCI, los máximos responsables del dopaje son los directores de los equipos, ya que "el ciclista no se puede dopar por sí solo, necesita una asistencia. Así que son los directivos los que deben controlar el entorno del deportista".

En ese sentido, McQuaid se manifestó optimista, ya que dijo que prefería "pensar que hay una auténtica voluntad de cambio", y auguró que en los próximos años "no se van a producir más casos de dopaje a gran escala".