La Comisión Disciplinaria de la Federación Internacional de Natación (FINA) decidió ayer suspender de toda actividad relacionada con ese organismo a Mijail Zubkov, de 38 años, quien agredió a su hija Kateryna Zubkova, de 18, por no haberse clasificado para una de las semifinales del Mundial de natación, que se celebra estos días en la piscina del Rod Laver Arena en Melbourne.

Zubkov, técnico de la federación ucraniana de natación, fue sorprendido por una cámara fija del Canal 9, una televisión local, que mostró unas imágenes en las que se veía al entrenador en una actitud muy agresiva con su hija tras fallar esta en una prueba del Mundial y no poder clasificarse para las semifinales. Nada más conocer el incidente, la FINA retiró la acreditación de los Mundiales al ucraniano y abrió una investigación que acabó con la suspensión del preparador.

La policía del estado australiano de Victoria sigue investigando el caso y revisando con detenimiento la cinta del vídeo que cedió la televisión local por si constituyera delito la agresión del entrenador. El inspector Rick Nungent confirmó al diario The Age de Melbourne que la nadadora estaba bien, que los médicos que examinaron a la atleta determinaron que no sufría heridas y que la chica relató lo sucedido con mucha entereza. "No rehusó a hablar del incidente", confirmó el policía.

La policía ha conseguido que un juez haya dictado una orden de alejamiento que impide que el padre de la nadadora se pueda acercar a su hija a menos de 200 metros. La joven nadadora compitió ayer en las series de 50 metros espalda, no clasificándose para semifinales.

WATERPOLO La selección española volverá a disputar una semifinal tras imponerse a Italia (7-5). Hungría, que humilló a Alemania (13-6), le esperará a las puertas de la final.