A un equipo que deambula hundido entre deudas y embargos ya no le queda ni su reducida afición. Solamente unas 200 personas acudieron ayer a la concentración pacífica organizada en la Plaza de España por un grupo de seguidores. Sí, estaban los empleados, el cuerpo técnico, algunos jugadores, el fútbol base... pero faltaba lo más importante, el apoyo social.

La serenidad y pasividad de los aficionados emeritenses no se contrasta con la de la plantilla, quien ya ha comenzado a aferrarse a medidas preventivas ante el posible desenlace de esta tragedia. De momento, el recién fichado guardameta Riobó decidió el pasado lunes por la tarde abandonar la disciplina del club para regresar a su tierra, San Sebastián, sin tener todavía ninguna que otra alternativa u oferta para desarrollar su profesión.

El guardameta, con un tono de voz bastante alicaído, manifestó su decepción. "Tal y como está la situación, y también por mi edad, todo esto me da mucha inseguridad y prefiero volver a San Sebastián para ver si encuentro algo aquí y, si no, pues salir fuera otra vez", indicó abiertamente el portero.

CON INTRANQUILIDAD

Sus compañeros comparten idéntica preocupación, pero entretanto, junto al cuerpo técnico, han decidido enviar un comunicado a la afición exponiendo, entre los puntos más importantes, que "estos acontecimientos no han deteriorado en lo más mínimo el espíritu de trabajo y sacrificio de este equipo; que consideramos que la mejor forma de apoyar a los 346 abonados es seguir trabajando en pos de alcanzar las máximas metas para la UD Mérida; y que queremos hacer saber con este documento a esos aficionados que se manifiesten en la plaza de España nuestro más sincero apoyo y agradecimiento", entre otras cuestiones.

El capitán de la actual plantilla, el defensa sevillano Rume, aclaraba que no cree que por una deuda tan ridícula pueda llegar a desaparecer un club tan representativo para la ciudad como el Mérida, a la vez que especificaba que "la solución de esta situación no pasa por que los jugadores quitemos las denuncias".

A pesar de la caótica situación del club, los seguidores continúan abonándose al equipo. De momento tres más fueron los que ayer obtuvieron el carnet de socio. Ya son 346 los afiliados al Mérida para la temporada que viene.