A veces uno tiene la sensación de que no estamos siendos justos con el Spiuk y sus méritos. Me pregunto qué habría pasado si un club balompédico extremeño hubiese jugado la Copa de la UEFA. Sé lo que pasó cuando Mérida y Extremadura estuvieron en Primera. Me tocó vivirlo de cerca. Como también viví la andadura de nuestro añorado Cáceres CB en la Korac. Extremadura tiene un equipo en el pelotón profesional y eso es un logro deportivo al alcance de muy pocos. Y tendremos una segunda oportunidad, un segundo año, para hacer justicia. Pues ya va siendo hora.

*Periodista