Público: normal. Incidencias: ninguna. Así despachó en el acta Alberto Undiano Mallenco lo ocurrido el domingo en el Vicente Calderón, donde un sector del Frente Atlético gritó "ea, ea, ea, Puerta se marea" en el minuto 16 del partido, momento en el que siempre se recuerda en el Sánchez Pizjuán al jugador fallecido en el 2007. Ni el colegiado navarro, considerado uno de los mejores árbitros del fútbol español, ni sus ayudantes quisieron enterarse de las impresentables voces de los radicales rojiblancos, que, pese a la reprobación de la mayoría de los seguidores del Atlético, fueron perfectamente audibles desde cualquier parte del estadio.

Undiano debió considerar que la cruel alusión al fallecimiento del jugador sevillista hace cuatro años después de un desvanecimiento en el estadio del Sevilla por una parada cardiorrespiratoria no se acerca ni de lejos a la gravedad de los insultos racistas, en cuyo caso los colegiados tienen orden federativa de parar los partidos y suspenderlos de forma definitiva si persisten.

Y como el árbitro no se dio por enterado, tampoco lo hizo el propio club rojiblanco, que no ha creído conveniente realizar declaración institucional alguna, al menos para dejar patente su reprobación de lo sucedido. Antes del partido hubo incidentes.