Un multitudinario adiós le brindó ayer el pueblo de Utrera al que ya se le conoce como la leyenda de José Antonio Reyes. El funeral del jugador sevillano se celebró en su localidad natal ante miles de vecinos que acudieron a despedirle y que arroparon a familiares y allegados de Reyes en la Iglesia de Santa María de Utrera, donde se ofició la misa antes de ser incinerado en el cementerio municipal en la intimidad.

El féretro con los restos mortales había salido en la noche del domingo del estadio Ramón Sánchez Pizjuán para llegar a Utrera. La capilla ardiente se ubicó en el ayuntamiento, donde desfilaron sus vecinos para dar el pésame a la familia.

En el funeral estuvo una representación del Extremadura UD con su presidente Manuel Franganillo a la cabeza: «aún no nos lo creemos. Están siendo días y momentos muy duros. Llevamos dos días así, pero hoy realmente me doy cuenta de que estamos muy tocados», confesaba el máximo mandatario azulgrana. También estuvo Carlos Valverde, jugador utrerano del Extremadura que ha vivido la tragedia en primera persona y que ayer también comprobaba en vivo y en directo el dolor de todos sus vecinos por la pérdida de José Antonio Reyes.

Con respecto a las causas del accidente de tráfico que acabó con la vida de Reyes y que se siguen investigando, el delegado del Gobierno en Andalucía, Lucrecio Fernández, ha asegurado este lunes que el atestado de la Guardia Civil aún no se ha concluido. En declaraciones a los periodistas tras un acto en Huelva, Fernández ha pedido que se «deje trabajar» a los profesionales y que cuando este atestado «esté concluido» se podrá transmitir las causas.

El delegado ha indicado que este pasado domingo tuvo la oportunidad de trasladar a la familia de Reyes y al Sevilla Fútbol Club el pésame y las condolencias que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el ministro de Cultura y Deportes, José Guirao, le habían solicitado que les trasladara. «La muerte de un deportista tan joven siempre es motivo de pesadumbre que nos conmociona a todos», ha puntualizado.