Tanto ha mejorado la situación de Andrés Iniesta desde su incorporación a la selección española que Vicente del Bosque le confiará hoy en el amistoso ante Corea del Sur (18.00 horas, TVE-1) el papel habitualmente destinado a Xavi. Más llamativa ha sido aún la recuperación de Cesc Fabregas tras su rotura de peroné. También estará en la formación titular en el partido que se disputa esta tarde en Innsbruck antes de que el equipo español vuelva a Madrid para continuar esta segunda fase de preparación mundialista, que concluirá el martes con un tercer partido contra Polonia en Murcia.

Nueve cambios introducirá el seleccionador para probar una de las fórmulas alternativas con las que viene trabajando. No cambiará el esquema básico, pero España buscará mayor profundidad por las bandas, con Navas por la derecha y Mata por la izquierda, mientras que Llorente empezará como único punta, con la posibilidad de que Torres entre en el segundo tiempo. Ramos, Albiol, Marchena y Capdevila integrarán la defensa, y Javi Martínez entrará por Busquets.

Reina estará bajo los palos y Valdés le sustituirá tras el descanso, según dejó entrever Del Bosque, con lo que el portero del Barça se estrenará como internacional absoluto. El técnico ha considerado secundario homenajear a Casillas manteniéndole como titular el día en que se cumplen 10 años de su debut con la selección, el 3 de junio del 2000 ante Suecia en Gotemburgo.

"Iniesta jugará por dentro y vamos a darle minutos porque lo necesita. Puede jugar por dentro y por fuera, en cualquier situación que se proponga. Es una gran noticia que esté bien", dijo ayer Del Bosque. "Cesc está muy bien, cada día mejor y seguramente será uno de los que juegue", afirmó.

RIVAL MUNDIALISTA El rival es una selección que acude por séptima vez consecutiva a un Mundial, liderada por el extremo del United Ji-Sung Park. Viene de perder ante Bielorrusia (1-0) tras haber ganado a Japón (dos veces), Costa de Marfil y Ecuador en su trabajo de puesta a punto para Suráfrica. No se miden desde los cuartos de final del Mundial-2002, el día en que el denostado Al Ghandour anuló un gol como una casa a Morientes y el pase a semifinales se decidió a favor de los locales en los penaltis.