VALENCIA 2: Cañizares, Reveillere, Ayala, Marchena, Carboni (Fabio Aurelio, m.79), Angulo, Baraja, Vicente, Aimar (Mista, m.83), Sánchez y Carew (Rufete, m.70).

INTER 1: Toldo, Javier Zanetti, Córdoba, Gamarra, Materazzi, Pasquale (Adani, m.46), Cristiano Zanetti, Di Biagio (Okan, m.74), Dalmat, Crespo y Vieri (Recoba, m.31).

GOLES: 0-1, m.4: Vieri. 1-1, m.6: Aimar. 2-1, m.50: Baraja.

ARBITRO: Milton Nielsen (DIN). Mostró tarjeta amarilla a los locales Baraja, Angulo y Marchena, y a los visitantes Toldo, Pasquale, Vieri, Di Biagio y Cristiano Zanetti.

El Valencia se despidió de la Liga de Campeones a pesar de ofrecer un recital de juego ante el Inter de Milán, al que dominó desde el principio hasta el final, si bien el equipo de Héctor Cúper contó, una vez más, con un Francesco Toldo inconmensurable que protagonizó paradas antológicas y llevó a su equipo a las semifinales.

El único que quiso jugar al fútbol y lo hizo fue el Valencia pero el Inter fue más italiano que nunca y contó con la alargada figura de Toldo, que una vez más volvió a ejercer de bestia negra de los valencianistas.

El Valencia tenía un panorama bastante oscuro antes de empezar, y, aunque a los cuatro minutos se le puso algo peor con un gol de Cristian Vieri, dos minutos después el argentino Pablo Aimar dejaba las cosas como estaban con el empate.

A partir de aquí, el partido se empezó a desarrollar bajo el guión previsto. El Inter bien pertrechado en su campo a la espera de lanzar algún contraataque y el Valencia al ataque aunque sin descuidar su cobertura.

Con Carew entrando desde la izquierda, las posición más adelantada correspondió a Juan Sánchez, si bien la ofensiva aportación de Aimar, Vicente Rodríguez y Miguel Angel Angulo también fue notable. Esta disposición sorprendió al equipo italiano, que tuvo muchos problemas para abortar el empuje valencianista.

Las llegadas al área italiana se sucedían, pero Toldo, una vez más, con sus intervenciones de todo tipo impidió al equipo de Mestalla crecer en el marcador. El dominio del Valencia era abrumador pero su suerte en los metros finales escasa.

El recital de Toldo cobró la máxima espectacularidad en el último minuto de este periodo al repeler tres remates consecutivos en la misma que provocó el asombro unánime de la grada de Mestalla ante tal exhibición de reflejos.

LA ESPERANZA

Aunque Toldo volvió a volar para repeler un ataque de los de Mestalla en una acción que acabó en córner, el balón que partió precisamente de ese saque de esquina sirvió para que Baraja, en un preciso cabezazo, adelantase al Valencia en el marcador. Acto seguido, un derribo a Juan Sánchez de Marco Materazzi fue solicitado como penalti con vehemencia por los valencianistas.

El partido discurría bajo el mismo patrón que en la primera mitad. Un equipo, el Valencia, jugaba con brillantez al fútbol, y otro, el Inter, repudiaba el balón como si le quemase y acumulaba efectivos atrás y a la espera de lanzar algún balón arriba que cazase Hernán Crespo.

Pese a que con la entrada en el primer tiempo del uruguayo Alvaro Recoba por el lesionado Vieri podía dar más creatividad al Inter en el ataque, lo cierto es que la aportación de suramericano apenas aportó al juego de su equipo, aunque suya fue la mejor, y única ocasión de gol de su equipo.

El Valencia seguía a la carga, pero la falta de gol que acompaña al equipo de Rafa Benítez habitualmente supuso un lastre muy grande. Además, en la recta final del choque el conjunto valenciano acusó el enorme desgaste que supuso su apuesta ofensiva y el cansancio se apoderó de su juego, aunque, sin duda, un equipo con más gol hubiera resuelto.