El Real Valladolid supo aguantar con diez jugadores sobre el campo durante toda la segunda parte ante un Levante que sigue sin ganar en casa y que se mostró incapaz en ataque, en un duelo que terminó en tablas (1-1). La expulsión de Bergdich en el último minuto del primer tiempo condicionó un partido en el que los goles llegaron antes del descanso y en el que el Levante desaprovechó un penalti, precisamente en esa acción que supuso la expulsión del jugador del conjunto castellano. Los valencianos marcaron en el minuto 35 por mediación de Babá, pero el conjunto pucelano respondió inmediatamente con un remate ajustado a la base del poste.