Alejandro Valverde voló anoche desde Roma a Madrid sin saber si las autoridades deportivas y judiciales italianas tienen pruebas convincentes en su contra para acusarle de dopaje y solicitar una sanción de dos años.

El documento clave que podría incriminar al corredor murciano, la prueba de ADN que demuestra que la bolsa de sangre hallada en poder de Eufemiano Fuentes dentro del marco de la operación Puerto es suya, no le fue mostrada en ningún momento. "Si no la han enseñado es porque creemos que no se ha cotejado la sangre, ya que es ilegal conseguir el ADN sin su consentimiento", explicó a este diario Paco Fernández, abogado del Caisse d´Epargne, el equipo del corredor murciano.

"No me han acusado de nada claro. He proclamado totalmente mi inocencia y lo único que me han dicho es que tienen una bolsa, lo de todos los días, lo que se viene diciendo desde hace años; ni una prueba convincente". Valverde no recibió ningún aviso de sanción. Por ahora, puede seguir compitiendo. Esta mañana viaja hacia Francia para disputar el fin de semana el Tour del Haut Var, en el sur del país. "En Madrid dejé toda mi ropa de competición y la bici. Realmente no sé qué quieren de mí los italianos".

AMABILIDAD Valverde declaró durante 45 minutos ante Ettore Torri, fiscal antidopaje del Comité Olímpico Nacional Italiano (CONI). Estuvo acompañado por tres abogados: Federico Cecconi, el letrado contratado en Italia, José Rodríguez, su defensor particular, y Paco Fernández, en nombre de su equipo. Una intérprete oficial tradujo sus palabras del castellano al italiano. "El fiscal ha sido muy amable. Hasta me ha ofrecido café".

Y, entonces, ¿qué tienen los italianos Sin lugar a dudas una pequeña muestra de una bolsa de la operación Puerto, con el número 18, que se atribuye al corredor, puesto que en un listado de Eufemiano Fuentes aparecían con esa numeración las mismas iniciales del ciclista. ¿La han comparado con una muestra de sangre de Valverde procedente de un control negativo del Tour "Lo único que le enseñaron --explicó el abogado Fernández-- fue la hoja de firma de ese control antidopaje para que reconociera si era su letra. Nada más. Y ese control dio negativo".

Sin embargo, Torri, en una multitudinaria conferencia de prensa celebrada en el Estadio Olímpico de Roma, mantuvo que Valverde sería sancionado por la justicia italiana por tentativa de dopaje. "Es un caso similar al de Basso --cumplió dos años de castigo al confesar que había sido cliente de Fuentes--, existe la voluntad de que quiso doparse y debe ser sancionado".

Según los abogados de Valverde, aparte de la firma suya en el control del Tour de Francia tomado en el paso de la carrera por Italia, las autoridades locales no le enseñaron ningún otro papel. "El fiscal mantuvo que tenían la declaración de un testigo y papeles de la operación Puerto". No explicaron de qué testigo se trataba, aunque todo apunta a que es el excorredor Jesús Manzano, que hace un año declaró ante el CONI, y que el miércoles volvió a acusar a su excompañero en unas declaraciones publicadas en el diario As.

Los abogados de Valverde disponen de 15 días para presentar alegaciones. "No hay motivo de sanción", añadió su abogado Fernández. Valverde se fue de Italia más tranquilo pero aún temeroso por su futuro.