Alejandro Valverde quiere seguir haciendo historia en la prueba que cierra los Campeonatos del Mundo de Ciclismo en Ruta de Yorkshire (Gran Bretaña), una prueba en línea en la que aspira mantener el maillot ‘arcoíris’ que tan brillantemente conquistó en 2018 en Innsbruck (Austria).

Entonces el murciano se hizo por fin con el por el oro que le había resultado más esquivo, para el que parecía destinado cada año y para el que tuvo que esperar década y media desde la primera de sus medallas anteriores, de plata, en 2003.

Para conseguir un título que le llenó de emoción y lágrimas, tuvo que superar a rivales de su perfil, capaces de hacer frente a los muros de grandes porcentajes manteniendo el ‘punch’ para rematar en meta. A corredores como el francés Romain Bardet, al holandés Tom Dumoulin, el gran ausente este año junto a Chris Froome, o el canadiense Michael Woods.

En cambio, este año los enemigos se antojan otros y de distinto perfil: sprinters capaces de aguantar los 280 kilómetros. que al final anuncia la UCI de recorrido desde la salida en Leeds --unas siete horas de carrera sobre carreteras más ‘pestosas’ que difíciles-- y de ganar en cuestas como la de Harrotage, una subidita del 6/8 por ciento en el último kilómetro de carrera.

El abanico recoge al holandés Mathieu van der Poel, el belga Remco Evenepoel el australiano Michael Matthews, el italiano Matteo Trentin y el esloveno Primoz Roglic.