El corredor español del Caisse D´Epargne Alejandro Valverde se impuso ayer en la Clásica San Sebastián-San Sebastián, única carrera de un día en España perteneciente al UCI Pro Tour, después de haber sido el más rápido al esprint de un grupo de diez hombres en la línea de llegada.

El ciclista murciano superó con un fortísimo esprint en la última recta, de un kilómetro, a hombres de la talla de Davide Rebellin (Gerolteiner), Paolo Bettini (Quick Step), Denis Menchov (Rabobank) y Samuel Sánchez (Euskaltel-Euskadi). Contó con la inestimable ayuda de su equipo, ya que en la parte final del recorrido estuvo escoltado en todo momento por dos compañeros, que no han permitido que ningún ataque contra el más rápido del los quince persistiera y diera sus frutos.

La carrera se desarrolló con rapidez, sobre todo, en el tramo final y su nota predominante fue el gran número de descalificaciones que debieron determinar los jueces de la carrera, al haberse descolgado desde los primeros kilómetros, a más de veinte minutos, un gran grupo de aproximadamente cien.

De hecho, en el momento de iniciar el ascenso al puerto de Jaizkibel de primera categoría, que en esta ocasión no fue juez decisivo, tan solo daban pedaladas 47 corredores de los casi 200 inscritos y lo coronaron una veintena de ciclistas seguido de otro grupo de quince hombres.

Tras el descenso de Jaizkibel hacia Irún, a 20 kilómetros para la línea de la meta, Valverde pudo escaparse en las rampas finales junto a Rebellin, Bettini, Samuel Sánchez y Moncoutie. Este quinteto no logró distanciarse del pequeño pelotón principal y fueron neutralizados hasta unos pocos kilómetros para el final.

El último repecho, el Alto de Miracruz, y su descenso sirvieron para que hombres como Menchov probasen. Una vez enfilados en la recta final y cuando quedaban apenas 400 metros, Valverde demostró ser el más rápido, lo que intentará mantener hasta los Juegos de Pekín.