El holandés Louis van Gaal dejó de ser ayer entrenador del Barcelona, ocho meses después de iniciada su segunda etapa en el equipo azulgrana, y lo hizo tras admitir con humildad que no había cumplido con "las expectativas creadas".

El presidente del Barcelona, Joan Gaspart, afirmó que el director técnico, Carles Rexach, hará un informe para evaluar la situación y en los próximos días se tomará una decisión definitiva sobre quién será el nuevo técnico, aunque el propio Rexach podría hacerse cargo de la situación tras meditarlo estos días.

Van Gaal, que durante la multitudinaria comparecencia ante los medios de comunicación, se mostró muy emocionado y culpó en parte al entorno barcelonista (aficionados, prensa y personas ligadas de una manera u otra al club) de su fracaso, ya que considera que no se ha sentido arropado por los medios.

"Soy el responsable. La culpa es mía. En todos los procesos siempre hay culpables, pero yo soy el primero", dijo Van Gaal, quien en su nueva despedida ya no fue aquel altivo entrenador que abandonó por primera vez el club felicitando a "los amigos y las amigas" de la prensa porque habían conseguido que se fuera.

Por su parte, Joan Gaspart, dijo que volvería a fichar a Louis van Gaal. "No me arrepiento en absoluto. Creí que era bueno que volviera, pero desgraciadamente las circunstancias nos llevan a la situación en la que estamos", dijo.

"Tiene las puertas abiertas del club como hombre que nos ha dado muchos éxitos. Le quiero agradecer el trabajo y su profesionalidad", dijo Gaspart.