CACERES DESTINO TURISTICO 82: (25+19+15+23) Cazorla (7), Damon Johnson (16), Washington (29), Sallier (7), Higgins (5) --cinco inicial-- Morales (10), Javi Pérez Gutiérrez (4), Oscar Rodríguez (0), Rivero (4).

PLASENCIA GALCO 78: (22+20+20+16) Gianella (20), Lledó (17), Stewart (8), Owens (11), Kruiswijk (5) --cinco inicial-- Palacios (5), Sala (8), Beltrán (2), Rubio (2).

ARBITROS: Sánchez Moheda, López Garrido. Eliminados: Cazorla (min. 29), Beltrán (min. 36), Gianella (min. 39), Higgins (min. 39) y Stewart (min. 40). Técnicas descalificantes a Ñete Bohigas y Dani García (min. 40).

Qué espectáculo. Qué pasión. Y qué pena que no pudieran ganar los dos. La victoria en la clasificación se la anotó el Cáceres, pero en realidad el que venció fue el baloncesto. Cacereños y placentinos protagonizaron un espectacular y apasionado derbi extremeño en la Liga LEB que contuvo todas las esencias positivas de este tipo de citas: emoción, intensidad... y polémica.

Fue una preciosa tarde de basket, 40 minutos de despligue físico y táctico, un partido de esos que te hacen amar el deporte. Se impuso el Cáceres en un último cuarto que muchos tardarán en olvidar: los verdinegros por su furiosa remontada y los visitantes porque, dicen, se fueron del multiusos sintiéndose robados por la actuación arbitral. La imagen final de los dos entrenadores encarados en la banda y descalificados fue el morboso colofón a una cita para el recuerdo.

RIQUEZA Y MATICES Pareció que los dieciocho jugadores que saltaron a la cancha eran extremeños: defendieron los colores de sus equipos con una entrega más allá de lo imaginable, sin duda contagiados por una grada en la que el duelo de aficiones, sin incidentes de importancia, también brilló. Esa es la mejor lectura para un día estupendo... sobre todo para los locales.

El partido tuvo mil duelos, mil momentos interesantes, mil detalles con los que quedarse. En ningún momento languideció ni cumplió el tópico sobre que en los choques de rivalidad la calidad desaparece. Ni mucho menos. Ya desde el primer cuarto se veía que ambos contendientes habían salido a la cancha con un obsesivo interés por ganar.

El Plasencia Galco salió más metido, encomendado a la enorme personalidad de Nicolás Gianella, casi siempre sobradísimo ante los bases cacereños. Las pequeñas ventajas visitantes (0-5, 2-7), con Jorge Lledó como cruel martillo pilón del aro verdinegro, desaparecieron de un plumazo con la irrupción de Damon Johnson. Su inspiración y una mejora del nivel defensivo provocaron un parcial de 14-0 que daría durante muchos minutos cierta iniciativa al Cáceres.

El Plasencia supo cortar la hemorragia antes del final del cuarto inicial (de 25-14 a 25-22) y pudo encarar con mejor disposición el segundo acto, pese a que Terrence Stewart no aparecía, lo mismo que Bryan Sallier. Una de las muchas acciones clave que fueron configurando la cara del choque fue la tercera falta de Johnson en el minuto 9 de juego. Tuvo que ser sustituido y ya no hubo noticias de él hasta el tramo final del choque.COSAS DE 'EX' Ñete Bohigas apostó entonces por Javi Pérez y Juanmi Morales, referentes del Plasencia la liga pasada. El escolta alimentó al Cáceres durante el segundo cuarto justo cuando no atraviesa precisamente un buen momento. Pero el Cáceres no acababa de encontrar su sitio, demasiado tenso por la fiereza visitante. Alvaro Palacios --sólo 22 minutos esta temporada-- fue la sorpresa de Dani García para intentar frenar a Derell Washington: sólo lo consiguió parcialmente. Antes del descanso el Cáceres se escaparía como máximo con cinco puntos (40-35, min. 18), pero Gianella provocó el 44-42 del intermedio.Las dos únicas canastas de Sallier en todo el choque parecieron impulsar al Cáceres en el regreso. Fue un engaño. El Plasencia hizo farragoso el juego, como le convenía, y los locales entraron en una fase de bloqueo que tuvo como momento cumbre la temprana eliminación de Cazorla tras una falta y una técnica consecutivas (57-62, min. 29).El partido pareció durante unos momentos totalmente de sabor jerteño, justo cuando Gianella y Pedro Sala coincidieron por fin en cancha y torturaron a Pedro Rivero (61-68, min. 32). Algo desesperado, el Cáceres optó por darle la bola a Washington, impresionante, y resguardarse en una sorprendente defensa zonal. Al Plasencia se le apagó la luz, demolido también por varias decisiones arbitrales que encendieron terriblemente a su entrenador. Johnson reapareció, robó un par de balones y se elevó hacia la canasta rival para sentenciar. Había ganado el Cáceres.