EXTREMADURA PLASENCIA: Rubén Martínez (23), Andre Howard (4), Guilherme Gitterer (14), Barceló (17) y Antonio Bustamante (5) --cinco inicial--, Marko Sekulic (9), Mario Alvarez (0), Martín Calvo (5), Roberto Rueda (9) y Javier Cardito (2).

OVIEDO: Ian OILeary (10), Tony Tate (6), Manuel Parada (6), Kevin Ratzsch (10) y Alejandro González (12) --cinco inicial--, Adrián Macia (17), Duane James (6), Héctor Macia (2) y Rubén Suárez (0).

ARBITROS: A. Jerez Vázquez y R. Bey Silva. (Bien). Eliminados: Parada (min.33) y OILeary (min.36).

Sin ningún lugar a dudas el Plasencia que anoche saltó al parquet fue el que hizo el mejor baloncesto de todo el año, por lo menos en casa y ya merecía la afición una actuación tan estelar, que fue más allá del resultado (88-69) porque el espectáculo mereció la pena. También, como dijo Gomariz en la rueda de prensa, se lo debían a ellos mismos, donde se premió con total justicia el trabajo oscuro, intenso y esforzado que se hace durante la semana, en silencio, sin focos y que al final si se hace bien, con profesionalidad y constancia tiene su recompensa.

El partido no tuvo historia porque los locales sencillamente se merendaron de principio a fin a un Oviedo que en ningún momento ni pudo, ni supo controlar a un desatado Plasencia que movió el balón con una velocidad de vértigo, con un criterio matemáticamente estudiado y además esta vez con el añadido del acierto en el tiro que otros días les faltó. Los doce puntos con los que finalizó el primer cuarto dan fe de ello. El segundo tramo fue aún más efectivo si cabe, con un Rubén Martínez enchufadísimo, escoltado con el siempre efectivo Barceló y con un Gitterer que crece a pasos agigantados. Pero para que ellos lucieran, el trabajo sucio corrió de parte de un André Howard que borró de la pista a O´Leary y un Bustamante que, aunque por momentos pareció obtuso, se está comprometiendo con el equipo sin egoísmos. Un parcial de 11-0 casi antes del descanso despejó cualquier duda, si es que quedaba alguna. Además, la afición vibró cuando Cardito consiguió sus primeros puntos del año.

Ni la ambición de Adrián Macia, ni la zona planteada por Alfredo Riera puso impedimentos al paseo. Sekulic progresivamente fue entrando en juego y si ayer hubiera estado físicamente al 100% se hubiera divertido de lo lindo. Cierto es que no tuvo como enemigo a Javier Román, pero el croata demostró una clase fuera de lo común.

La ventaja llegó hasta los 21 a falta de seis minutos, con Roberto Rueda en pista. Parada fue eliminado y tres minutos más tarde le acompañó O´Leary. De Tony Tate no hubo noticias, tampoco del peligroso Kevin Ratzsch, sencillamente porque en la fiesta anotadora Plasencia no se olvidó de ejercer su tremendo poderío defensivo, dando una verdadera exhibición física, de la que nadie en este equipo se borra. Martín Calvo sufre fascítis plantar y nadie lo notó, el argentino es de sangre caliente. Al final homenaje, victoria clarísima, devolución de la moneda, ya que incluso se ganó al básquet average . Plasencia se coloca en una privilegiada quinta posición y el horizonte se presenta lleno de posibilidades.