Aseguran que Ventura Pozo (Zalamea de la Serena, 1953) será vicepresidente si Elisardo Plaza es elegido como presidente de la Federación Extremeña de Fútbol, por lo que tiene una visión muy cercana del complicado conflicto que rodea a las elecciones. Y habla sin tapujos.

--¿En desacuerdo con la decisión del Comité de Garantías Electorales de repetir parcialmente los comicios?

--Totalmente. No ha imperado la justicia. Tengo rabia, indignación y sobre todo, impotencia. Me he recorrido La Serena, La Siberia y parte de la Campiña Sur viendo a los presidentes, exponiéndoles el programa, mi programa. Ellos me han cedido su delegación de voto, sellada y firmada. Que el comité tome medidas. Mi honra no la compra nadie. Lo que he hecho yo es auténtico. Lo peor es que un presidente de un club, cuando le vuelva a pedir ahora la delegación de voto por tercera vez, me diga que esto es una verbena.

--¿Por qué cree que se ha producido la decisión en contra de la candidatura de Plaza?

--Hicimos honestamente un trabajo. Yo pregunto: ¿por qué la Junta Electoral de la Federación Extremeña nos dio la razón y dijo que lo importante es la intención de voto? No creo que haya habido coacciones. Hicimos una segunda ronda por los pueblos de Extremadura pidiéndole a los clubs que en su momento nos dieron su voto que lo ratificasen. No lo han tenido en cuenta. ¿Por qué? ¿Hay intereses? Sería muy grave. Un juez tiene que imponer justicia. Ya está bien, en los tiempos que vivimos. Doy la cara por mis compañeros que también han ido recogiendo las delegaciones de voto. Las he visto personalmente. Invito que si ha habido un fraude, que vayan a la Justicia.

--¿Les huele algo raro?

--Es que esto es una sinrazón. No tiene otra explicación. No lo entiendo. ¿Cuántas veces hay que ganar? Y la próxima, ¿qué? La dirección general de Deportes tenía que facilitar toda la documentación, sellada y verificada, y vamos a ver quién gana. Y que las elecciones sean en campo neutral, porque en las sedes de la federación el señor Monterde tiene absolutamente todo a mano.

--¿Está convencido de que no cambiarán los resultados?

--Sí. Un compañero, Manuel Angel González, se nos quedó en el camino. Un infarto nos puede dar a cualquiera, porque con estas historias... Estoy aquí para servir al fútbol, no para servirme de él. Conozco los campos y las necesidades de los clubs.

--¿Ven injerencias políticas en este asunto?

--No lo sé. De política yo no tengo ni idea. ¿Pedrera? No tengo queja de él. Tuve una entrevista con él y me atendió. Le dije que quería un proceso limpio, que hubiese información. Pero no lo está habiendo. Ni siquiera te dan un censo si te quieres presentar. Tiene que copiarlo a mano. ¿Por qué no hay unas bases y se han facilitado todos los datos?

--¿Qué le parece Pedro Rocha, el posible tercer candidato?

--Me cae bien. Es amigo mío.

--Se está hablando de que quiere atraerle usted a su posible candidatura...

--Me han tirado tejos, pero puedo decir que tengo una palabra. Estoy defendiendo mi honra. No me voy a cambiar. ¿Qué sería yo si lo hago? Juan de Dios Monterde no tiene credibilidad ninguna y Rocha está limpio. Por lo menos ha luchado por el fútbol, el fútbol sala. Le veo en los campos. Tiene todos mis respetos. Pero no voy a ir con él. He dado una palabra y no tengo problemas con Elisardo (Plaza), que es una persona muy respetable, un gran gestor, que es capaz de sacar adelante una nave que está encallada.

--Sin embargo, todos ustedes dicen tener el apoyo de la Federación Española...

--Sé que Elisardo se han reunido con Padrón y le ha dado su apoyo. Pero lo que hace falta no es Madrid, es tener lo que hay que tener para sacar esto adelante: alguien que le eche mucho tiempo y mucho trabajo. Y gestión. Yo no voy a estar en la sombra. Voy a estar dándolo todo. El día que no, protestaré como el primero.

--¿Cómo cree que acabará esto por fin?

--La verdad se antepone al mal. Las mentiras tienen las patas muy cortas. Sería lamentable que ganasen los malos, y hablo de Monterde. Si Pedro Rocha se presenta, me parece muy bien. Si es miembro de la asamblea, ¿por qué no?